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El «boom» de los trasteros de alquiler llega a Alicante

La falta de espacio en las casas por la acumulación de bienes, el aumento de las familias que viven arrendadas y el peso de los autónomos disparan la demanda de servicios de almacenaje

Las instalaciones de la empresa Necesito un Trastero en San Vicente. Pilar Cortés

Que uno de los últimos éxitos de Netflix sea un programa en el que una experta enseña a ordenar y a desprenderse de todo aquello que no sea necesario da una idea de los problemas de espacio que sufren muchos hogares. Aparatos de todo tipo, ropa, libros y muebles en desuso se acumulan en muchas casas sin que sus propietarios se decidan a venderlos o tirarlos a la basura. Si a eso se suma el aumento del número de personas que viven de alquiler y que, por tanto, carecen de un espacio propio para guardar sus cosas a largo plazo, y el incremento del trabajo autónomo, que obliga a muchos profesionales a disponer de un lugar donde guardar materiales y herramientas, se entiende mejor el auge que experimentan actualmente los trasteros de alquiler.

Un negocio donde, según la Asociación Española de Self Storage, la oferta crece a una velocidad de entre el 15% y el 20% anual y, sin embargo, la ocupación se mantiene en el entorno del 82%. Es decir, que la demanda crece al mismo ritmo. Unas cifras que también son extrapolables a la provincia de Alicante, donde esta patronal tiene censadas 13 grandes instalaciones de este tipo, a las que habría que añadir el creciente mercado entre particulares.

El área metropolitana de Alicante concentra la mayoría de ellas -hay tres en el término municipal de la capital y dos en San Vicente-, pero también pueden encontrarse hasta cuatro en Elche, dos en Dénia y una en Finestrat y Ondara.

La provincia y, en concreto San Vicente, es también la sede de una de las firmas más destacadas del sector, bautizada con el descriptivo nombre de Necesito un Trastero. Fundada en 2013, en tan sólo cinco años ha alcanzado las 37 instalaciones repartidas por toda España, más de una decena de ellas inauguradas en el último ejercicio. Una expansión basada en el sistema de franquicias que esperan continuar a lo largo de 2019, hasta alcanzar el medio centenar de centros.

Instalaciones de la empresa Necesito un Trastero en San Vicente.Pilar Cortés

«La demanda no deja de crecer. Somos cada vez más consumistas y en las casas queda cada vez menos espacio. Además, resulta más atractivo alquilar que comprar un trastero», apunta el consejero delegado de la firma, Iván Maldonado, que reconoce que el mayor conocimiento de este tipo de servicios también ha contribuido a su mayor utilización.

Empresarios y autónomos se suman al alquiler gracias a la flexibilidad de pagar sólo por el espacio que se necesita

El gerente de la Asociación Española de Self Storage, Carles Viladecans, apunta, además, que el aumento de la población que vive de alquiler también ha sido determinante. Sobre todo porque el alza de los precios obliga a muchos a optar por pisos pequeños o a compartir casa, lo que deja menos espacio para los artículos de cada uno. La solución: trasladar los que sean de uso más esporádico o de temporada a instalaciones de almacenaje.

A todo ello hay que sumar el creciente número autónomos y pequeñas empresas que apuestan por esta alternativa para guardar su mercancía o las herramientas -en el caso, por ejemplo, de fontaneros o paletas, o de los nuevos emprendedores que prueban suerte en el comercio electrónico-ya que les suele salir más asequible que alquilar un local completo y, además, «con la flexibilidad de que si un mes necesitas 30 metros en lugar de 15 pueden contratarlos sin problema», apunta Viladecans.

Así, por ejemplo, el gerente de Trasteros Williams, Pedro Nieves, señala que entre el 30% y el 40% de sus clientes son profesionales. Estas instalaciones abrieron sus puertas en el Polígono de Rabasa en octubre del año pasado, cuando Nieves, que ya trabajaba en el sector, convenció a un inversor de las posibilidades del negocio. De momento, asegura, no les va «nada mal», otra muestra de la pujanza del sector.

De las afueras al centro

El incremento de la demanda también está llevando a que los operadores de este tipo de instalaciones empiecen a plantearse la apertura de nuevos locales en zonas más céntricas para aprovechar el tirón, cuando hasta ahora su ubicación natural eran los polígonos. Así, por ejemplo, Necesito un Trastero ya tantea varios posibles locales en el centro de Alicante para expandir su negocio, según confirma su máximo responsable.

En cuanto a los precios, los trasteros más pequeños, de unos dos metros cuadrados, suelen rondar los 50 euros mensuales pero algunas de las instalaciones existentes en Alicante los ofrecen desde 30 euros. Eso sí, todo depende también de la oferta y la demanda ya que, por ejemplo, los meses de enero y febrero suelen ser más flojos, por lo que suele darse algún tipo de oferta. Eso sí, la mayoría de los clientes alquilan para largas temporadas.

Los propietarios particulares también se suman al negocio

Además de las instalaciones profesionales que empiezan a proliferar, el alquiler de trasteros también se ha convertido en un negocio para muchos particulares, del mismo modo que hace tiempo que lo son las plazas de garaje. Así, aunque el boca a boca y los carteles en el propio edificio se mantienen como la principal fórmula para captar posibles interesados, también se ven ya anuncios específicos en los portales inmobiliarios, donde ayer podían encontrarse ofertas desde tan sólo 20 euros para un trastero de 1,40 por 1,45 metros en Mutxamel.

En cuanto al sector profesional, según la Asociación Española de Self Storage, al cierre del pasado mes de enero existían 475 centros operativos en España, repartidos por 175 municipios. Unas instalaciones que pertenecían a un total de 247 operadores, de los que 25 son nuevas empresas surgidas en el último año. En su conjunto, la oferta de trasteros profesionales ha aumentado un 60% en los últimos tres años y, aunque son las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, las que todavía concentran la mayor parte de la oferta, cada vez llegan a un mayor número de poblaciones de todos los tamaños.

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