Aunque son las grandes estrellas con millones de seguidores las que acaparan la atención, un influencer puede empezar a ganarse la vida a partir de 50.000 seguidores, si sabe moverse bien, según explica Isabel López, de la agencia Increnta.

Quienes reciban dinero por promocionar productos en sus redes sociales deberán darse de alta como autónomos, y declarar todos sus ingresos en efectivo y en especie en el IRPF y facturar IVA.

Como ocurre con otros medios, los instagramers deben saber combinar las promociones con el contenido propio que realmente interesa a sus seguidores para evitar que pierdan interés, según explicó la influencer alicantina Rafaela Martínez-Dueñas.