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Más británicos y menos suecos

La venta de viviendas a extranjeros repunta otro 6,9% en la provincia en el último año y ya supera las 23.000 operaciones, casi el triple que en 2010, según los notarios. El mercado inglés crece un 9,5% a pesar del Brexit y gracias a las operaciones de casas de segunda mano

Obras en el sector Villa Amalia de Torrevieja. Tony Sevilla

La demanda extranjera de viviendas no parece tocar techo en la Costa Blanca. A pesar de que la ralentización económica de la UE y la incertidumbre sobre las consecuencias de la guerra comercial entre Estados Unidos y China enfriaron la situación durante el último trimestre, la provincia logró cerrar el año con 23.060 compraventas, lo que supone un 6,9% más que en el ejercicio anterior, de acuerdo con los datos facilitados a este diario por el Colegio Notarial de Valencia.

Se trata del octavo incremento consecutivo que registra la venta de viviendas a extranjeros en la provincia, cuyo volumen total prácticamente se ha triplicado desde el año 2010, al pasar de las 8.556 de entonces a las citadas 23.060 de 2018. De esta forma, Alicante volvió a acaparar el 22% de todas las casas que los ciudadanos de otros países compraron en España durante el pasado ejercicio, es decir, más de una de cada cinco.

Una evolución que, como insisten desde el sector, se explica por los precios relativamente asequibles que los inmuebles de la zona aún mantienen en relación con otros destinos turísticos; la buena calidad de vida; las infraestructuras y servicios que existen para estas comunidades extranjeras; las buenas conexiones aéreas; y las redes de ventas internacionales que los promotores y las inmobiliarias alicantinas han tejido a lo largo de los años.

En definitiva, por una suma de factores a los que el vicedecano del colegio notarial, Delfín Martínez, suma la «enorme liquidez del mercado -el gran número de operaciones que se formalizan cada año-, que contribuye que los extranjeros pierdan el miedo a comprar, ya que saben que también podrán vender su propiedad con cierta facilidad, si necesitan recuperar el dinero». De esta forma, Martínez prevé que la cifra siga al alza durante el presente ejercicio aunque, eso sí, con cifras más moderadas, como ya se percibió el año pasado, cuando el incremento de las ventas fue la mitad que en 2017.

En la misma línea, otra de los motivos de la fortaleza que exhibe el sector en la Costa Blanca es la diversificación de mercados que ha alcanzado y que permite que los descensos en unas nacionalidades se compensen con incrementos en otros países. Así ocurrió, por ejemplo, cuando en 2016 el aumento de compradores suecos y belgas compensó la caída inicial que provocó entre los posibles clientes del Reino Unido el inesperado resultado del referéndum sobre el Brexit. Justo lo contrario de lo que sucedió el año pasado.

Y es que, tras ese parón inicial, las ventas de segundas residencias a ciudadanos británicos han vuelto a repuntar y el año pasado finalizaron con un total de 4.931 operaciones, un 9,5% más que en 2017. Eso sí, la mayoría fueron inmuebles de segunda mano ya que, según apuntan desde la Asociación Provincial de Promotores (Provia), en la obra nueva, cuyo precio es superior, sí se ha notado una mayor incidencia. Aún así, el importe medio de los inmuebles que compran los británicos ha crecido sensiblemente, al pasar de 133.956 a 146.880 euros, según los datos de los notarios.

En cualquier caso, este repunte de los británicos logró contrarrestar la caída que sí se registró en el segundo y tercer mercado para el sector inmobiliario alicantino: Bélgica y Suecia. En el caso belga el retroceso fue del 5,5% mientras que las compras de los suecos en la provincia disminuyeron un 4,6%. No obstante, en ambos casos hay que tener en cuenta que se trata de mercados con una población relativamente pequeña y donde las ventas habían crecido mucho en los años anteriores.

Por el contrario, las ventas siguieron al alza en Francia (+3,61%), Alemania (7,4%), Noruega (+1,5%) u Holanda, que anotó un muy significativo incremento del 12,1%. También aumentaron las adquisiciones que realizaron los argelinos, que compraron 848 casas en la provincia, un 12% más; y los marroquís, que sumaron 674 inmuebles, un 9,5% más, aunque en este caso no suele tratarse de segundas residencias.

Más unifamiliares

En cuanto a las características de las viviendas que compran los extranjeros en la Costa Blanca, el precio medio se situó en 139.185 euros, un 4,4% mas que el año anterior y muy por encima del presupuesto medio de los compradores nacionales, que fue de 96.716 euros para el mismo periodo. Un 86,79% de las operaciones (19.691) fueron de inmuebles de segunda mano, frente al 13,21% (3.369) que fueron de obra nueva o en construcción. Aunque puedan parecer pocas, lo cierto es que los extranjeros copan dos de cada tres casas de nueva construcción que se venden en la provincia. Del mismo modo, los pisos o apartamentos representaron el 67% de las adquisiciones de ciudadanos extranjeros en la zona, frente al 33% de los que se decantaron por chalets u otro tipo de unifamiliares, un porcentaje muy superior al que tiene este tipo de construcción entre las compras de los españoles, donde representan el 19%.

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