El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, y el consejero delegado de la entidad, Jaume Guardiola, ganaron el año pasado un 43% y un 46% menos, respectivamente, debido, entre otras cosas, a su renuncia al bonus al que tenían derecho. Una decisión que tomaron tras la caída de más de un 50% de los beneficios de la entidad, debido a los sobrecostes que el banco tuvo que asumir por los fallos en la migración informática de su filial en el Reino Unido y por las provisiones de la venta de carteras inmobiliarias que realizó para sanear su balance. Un recorte de ganancias que provocó el desplome de las acciones de la entidad con sede en Alicante.
Así consta en el informe anual sobre las remuneraciones de sus consejeros y altos directivos que el banco remitió ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
En el caso de Josep Oliu, el presidente del Sabadell recibió el año pasado una remuneración total de 1,97 millones de euros frente a los 3,65 millones del ejercicio anterior. De acuerdo con la política de retribuciones de la entidad, Oliu habría tenido derecho a recibir también una remuneración variable o bonus de 655.974 euros al haberse cumplido el 61% de los objetivos que tenía fijados el banco.
Sin embargo, según recoge el informe, fue el propio presidente del Sabadell quien, durante la reunión del consejo de administración del pasado 31 de enero, «manifestó que a pesar de los buenos resultados del negocio en España, el impacto en los resultados del banco de la migración del TSB y las circunstancias extraordinarias del ejercicio, le hacían considerar adecuado proponer su renuncia a la percepción de la retribución variable para alinearse con aquellas unidades y personas que, a pesar del esfuerzo realizado (...), no habían percibido la retribución variable del ejercicio». Una propuesta a la que se sumó también el consejero delegado de la entidad.
En este sentido, Jaume Guardiola cobró el año pasado 1,46 millones frente a los 2,56 del ejercicio anterior y, al igual que Oliu, también tenía derecho a recibir un bonus, en este caso, de 563.516 euros, según la información remitida a la CNMV.
Planes de pensiones
De la misma forma, la caída de resultados también redujo las aportaciones de la entidad a los respectivos planes de pensiones de sus máximos responsables. Así, la aportación al fondo de Josep Oliu pasó de los 177.000 euros de 2017 a 36.000 euros durante el pasado ejercicio. Aún así, el presidente del Sabadell ya acumula para su jubilación 8,32 millones de euros. Por su parte, Jaume Guardiola recibió 762.000 euros frente a la aportación extraordinaria de 3,4 millones de 2017, con lo que ya acumula para su retiro la cantidad de 22,47 millones.
El banco cifra en 4.000 millones el EPA por cobrar
El Sabadell también remitió ayer a la CNMV su informe financiero anual que, entre otros aspectos, recoge la evolución del Esquema de Protección de Activos (EPA) que le concedió el Banco de España para ayudarle a digerir el ladrillo tóxico de la CAM y que sufraga el Fondo de Garantía de Depósitos. En este sentido, la entidad calcula que todavía le quedan por cobrar unos 4.080 millones de euros de este organismo en base a las pérdidas que le generará la venta de los activos que aún posee. En esta cantidad se incluye las pérdidas por la venta de las carteras que adjudicó el pasado verano pero que aún no se han cerrado.
