La Asociación Española de Directivos (AED) presentó ayer en Madrid un código ético para ejecutivos de empresas en el que recoge preceptos sobre cumplimiento legal, promoción de la igualdad, sostenibilidad medioambiental, prevención de delitos, transparencia y profesionalidad. En este documento se expone, en su introducción, la «significativa responsabilidad social» que tienen los directivos, que influyen «tanto en su organización como en su entorno más cercano», especialmente en un momento de «cambio estructural» en Europa, que pone «en entredicho los valores positivos de la democracia liberal». Según el texto, elaborado por la Comisión de Ética, Valores y Buen Gobierno de la AED, los directivos deben «reflexionar sobre el carácter ético de sus conductas profesionales» y «el impacto de sus decisiones en el conjunto de la sociedad», y deben evitar que las conductas de sus compañías sean lesivas para los ciudadanos.

El código es breve y consta de seis apartados: cumplimiento de la legalidad, respeto a las personas (igualdad, diversidad, empleabilidad y conciliación), sostenibilidad (social, económica y ambiental), integridad (conflicto de ingreses, información y confidencialidad), transparencia, y excelencia y profesionalidad. En ellos se incluyen breves preceptos, entre los que están el respeto y la protección de los Derechos Humanos, el compromiso de llevar a cabo «una gestión activa de la diversidad» para incorporar «perfiles poco representados en la organización» o «conciliar los compromisos laborales con las responsabilidades familiares».

El documento se presentó durante un coloquio moderado por el abogado Antonio Garrigues Walker con miembros del comité que ha redactado el texto, como el presidente de la Fundación La Caixa, Isidro Fainé; la catedrática de Ética Adela Cortina; la expresidenta de Siemens España Rosa García; el exdirector del IESE Jordi Canals; y el vicepresidente de Fundación ONCE, Alberto Durán.