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Así son las sicav de los empresarios alicantinos

La mayoría de los ricos de la provincia con sociedades de inversión apuesta por fondos y acciones en el extranjero pero muy pocos logran ganar dinero durante el último año

A pesar de su mala fama y de que las constantes amenazas de cambios regulatorios han llevado a que algunos empresarios alicantinos hayan decidido cerrar sus sicav en los dos últimos años -entre ellos, la familia Perán, propietaria de Pikolinos, o el fundador de Panama Jack, Antonio Vicente Giménez-, todavía existe un buen número de patrimonios alicantinos que confía en estas sociedades para gestionar sus fortunas y tratar de sacarles el máximo rendimiento. Un objetivo con el que, eso sí, no han tenido demasiado éxito durante el último año, ya que los vaivenes que han registrado los mercados han hecho entrar en pérdidas a la mayoría de ellas.

En concreto, de la quincena de sicav de empresarios alicantinos consultadas por este diario, sólo dos ganaban dinero al cierre del tercer o cuarto trimestre de 2018, según el balance que tuvieran cerrado. Y eso a pesar de que casi todos han tratado de protegerse de la mala evolución del Ibex destinando la mayor parte del capital que acumulan en estas sociedades a la compra de fondos, bonos y acciones en el extranjero. Al menos les queda el consuelo de que, cuando remonten, seguirán teniendo a su favor la ventajosa fiscalidad de estos instrumentos, con los que sólo tributan un 1% en concepto de Impuesto de Sociedades por las plusvalías que obtengan, claro está, mientras no saquen el dinero de la sicav.

Los réditos de Goldcar

Entre los empresarios alicantinos que cuentan con estas sociedades, sin duda alguna el caso más destacado es el de los fundadores de Goldcar, Juan y Pedro Alcaraz, que siguen siendo los accionistas de referencia de Marjami 2 y de Inversiones Financieras Jupedal, a pesar de que ya no aparecen entre sus administradores y de que en los últimos años han cedido un porcentaje mayor de su accionariado a otros inversores. Entre ambas suman un patrimonio de más de 137 millones de euros, el mayor entre las sicav de las fortunas alicantinas.

En concreto, la primera cerró el año con 66,6 millones de euros, tras experimentar varias entradas y salidas de fondos a los largo del ejercicio, y una rentabilidad negativa del -5,69% en el acumulado del año, según el informe de gestión depositado en la CNMV. Del total de la cartera, casi tres cuartas partes están en inversiones en el extranjero, que incluyen desde acciones de firmas como Alphabet (Google), Walt Disney o Bayer, hasta participaciones de fondos de casi todas las gestoras más destacadas, como Morgan Stanley, UBS, Blackrock, Carmignac o Pimco. Un perfil que se acentúa aún más en el caso de Inversiones Financieras Jupedal, que acumula 70,8 millones de patrimonio, el 86,6% en el exterior. También registró unas pérdidas acumuladas del 5,54%.

El segundo alicantino que más dinero concentra en sus sicav es el ilicitano Gaspar Serrano Aznar, de la familia fundadora de Hormigones Los Serranos. Las tres sociedades en las que consta como presidente - Cisevi Inversiones, Azsevi Inversiones y Marvikum Investium- acumulaban al cierre del pasado año 21,5 millones y unas pérdidas aún más abultadas que las gestionadas por los Alcaraz. En los tres casos, superan el 14% de caída, unos resultados sin duda relacionados con el hecho de que Serrano Aznar sea de los pocos que apuesta mayoritariamente por la Bolsa española, más castigada.

También es importante el patrimonio que guardan en sus dos sicav los miembros de la familia Giménez Ganga de Sax, cuya fortuna procede de la fábrica de persianas que tienen en este municipio. Así, Finhegim y Jebasa Capital suman 11,7 millones de patrimonio, aunque su recorrido ha sido dispar en el último año. La primera, presidida por María del Mar Giménez Guardiola, cerró el ejercicio con una rentabilidad negativa del -0,49%; mientras que la segunda, presidida por Pedro Giménez Ganga, es una de las pocas que logra esquivar las pérdidas, al sumar un 0,43% de beneficios, gracias al elevado porcentaje de tesorería que mantiene la sociedad -el dinero acumulado en cuenta que no está invertido- y a su apuesta por la renta fija.

Por su parte, los propietarios de la firma ilicitana de calzado Gioseppo, los Navarro Pertusa, suman 8,3 millones en las dos sociedades que también manejan. La que cuenta con un saldo más abultado es Nice Day Investment, que preside el patriarca de la familia, José Navarro Pomares, y que cerró 2018 con 5,8 millones, tras perder un 6,63%. En su cartera pueden encontrarse desde acciones del gigante chino del comercio electrónico Alibaba a las participaciones de los grandes fondos internacionales habituales, como los ya citados Black Rock o JP Morgan. La otra sicav de la familia es Tabaya Inversiones, que lidera Germán Navarro Pertusa y que cuenta con 2,4 millones y registró el año pasado una rentabilidad negativa del 9,39%.

La familia de industriales de Ibi Albero Valls se encuentra detrás de Panicarmat Capital e Inversiones Midmar, que acumulaban a final del pasado ejercicio 6,79 millones de euros, a pesar de haberse dejado un 9,7% y un 10,4%, respectivamente, con las caídas de la Bolsa.

Otro destacado de la lista es el que fuera presidente de la firma de helicópteros Inaer y actual responsable de MG Wines, Luis Miñano San Valero. A pesar de que el pasado mes de febrero deshizo una de sus sicav -Gest 40 Inversiones, que se integró en un fondo-, el empresario aún conserva dos sociedades con esta fórmula: Hermigo Invesment, que sumaba un capital de 3 millones en diciembre, tras perder un 8,25%, y Drip Inver, que contaba en septiembre -no ha presentado aún el cierre del año- con 3,8 millones y era de las pocas que se mantenía en positivo, con unas ganacias del 0,57%.

La lista la cierran el propietario de El Lobo José Manuel Sirvent Baeza, que gestiona más de 5,5 millones a través de Salvia de Inversiones, que hasta el tercer trimestre acumulaba un rendimiento negativo del 1,55%; y el polémico promotor Ramón Salvador, investigado en varios casos de corrupción, que aún conserva dos de las cinco sociedades de este tipo que llegó a acumular. Se trata de Inversiones Coridith y Alicante Capital, que suman 3,6 millones y que, como la mayoría de las anteriores, también presentaba pérdidas al cierre del tercer trimestre de 2018.

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