Ya lo avisó hace un par de semanas el propio presidente de la entidad, Josep Oliu, que los resultados de 2018 de Banco Sabadell iban a estar muy condicionados por los costes extraordinarios que la entidad se vio obligada a asumir tras los problemas que registró la migración informática de su filial en el Reino Unido, que afectaron a miles de clientes. Y así ha sido.

Según la información que el banco con sede en Alicante ha remitido este viernes a la CNMV, el grupo Banco Sabadell ganó el año pasado 328,1 millones de euros, lo que supone un descenso del 59% sobre las cifras del año anterior (801,5 millones). La "culpa" es de los 637,1 millones de costes extraordinarios que la entidad tuvo que soportar el pasado ejercicio por dos causas. La primera, como avanzó Oliu, por los problemas informáticos de su filial británica, el TSB, que le han costado la friolera de 460 millones de euros. Eso sí, el banco insiste en que, una vez superados los problemas, los clientes del Reino Unido verán las mejoras que supone el nuevo sistema.

Pero, además, el Sabadell también asume otros 177 millones de euros de costes adicionales por las ventas de carteras inmobiliarias que realizó el pasado verano que, eso sí, le han permitido librarse de casi todo el ladrillo que acumulaba en su balance, tanto de sus propias operaciones, como el que aún mantenía heredado de la CAM.

Sin todos estos extraordinarios, la entidad calcula que su beneficio habría crecido un 9,6%. Entre otras cosas, porque el negocio puramente bancario mejoró notablemente y le proporcionó unos ingresos un 2,9% superiores.

Las cifras

En cuanto a las principales magnitudes, el margen de intereses se sitúa en 3.675,2 millones de euros a cierre del ejercicio 2018 con un crecimiento del 0,7%. Por su parte, el margen de clientes mantiene su fortaleza y a cierre del trimestre alcanza el 2,73% a nivel grupo gracias a la estrategia de crecimiento de volúmenes "defendiendo precios", según recalca el banco.

Las comisiones netas continúan presentando un fuerte crecimiento interanual que se sitúa en el 9,6% debido principalmente al buen comportamiento de las comisiones de servicios y de gestión de activos, que presentan un "excelente comportamiento en términos interanuales", según la entidad.

Los gastos de explotación se sitúan en 2.920,4 millones de euros a cierre del ejercicio 2018 (2.680,8 millones de euros en el ejercicio anterior). El crédito vivo del grupo crece un 3,2% interanual, impulsado por el buen comportamiento de las pymes y de las grandes empresas en España y por el fuerte crecimiento en México. El crédito de nueva producción a empresas aumenta un 7% hasta los 55.594 millones de euros; y los préstamos hipotecarios nuevos mejoran un 17,5% hasta los 4.024 millones de euros. También se incrementa la financiación al consumo, un 14,8% hasta los 2.173 millones de euros (datos que suman el negocio de Sabadell Consumer Finance).

La inversión crediticia bruta viva cierra el ejercicio 2018 con un saldo de 139.366 millones de euros y presenta un crecimiento interanual de un 1,5%.

A cierre del ejercicio 2018, los recursos de clientes en balance totalizan 137.343 millones de euros y presentan un crecimiento del 4,2% interanual, apoyado en el aumento de las cuentas a la vista y de los depósitos a

plazo.

Por lo que se refiere a los recursos de clientes fuera de balance, éstos ascienden a 44.034 millones de euros a cierre del ejercicio 2018. Los activos totales del grupo ascienden a 222.322 millones de euros, cifra que representa un aumento interanual del 0,6%, y del 2,3% en el trimestre.