El camino de la administración por mejorar las cifras de la contratación está lleno de obstáculos. En los últimos días, el nuevo servicio de empleo del Consell, Labora, está sacando las ayudas para 2019 a las que pueden acogerse las empresas para realizar contratos indefinidos o en prácticas dirigidos a jóvenes cualificados.
Ayer, por el ejemplo, el Diari Oficial informaba de que este año los importes que pueden recibir las empresas por cada contrato indefinido de jóvenes menores de 30 años oscila entre los 22.680 euros y los 25.200 euros, dependiendo de si pertenece o no a algún colectivo en riesgo de exclusión social.
Pese a la cantidad, el balance de este tipo de ayudas durante legislatura resulta bastante desalentador. En 2016, de los tres millones presupuestados para contratación indefinida de jóvenes, solo se pidieron ayudas por valor de 456.530 euros, apenas el 15%. Se beneficiaron 57 menores de 30 años.
Un año después, en 2017, las empresas dejaron sin ejecutar un tercio del dinero disponible pese a que la partida se había reducido a dos millones: hubo 147 contratos indefinidos. El año recién terminado, 2018, ha sido menos exitoso aún: 83 trabajadores contratados de forma indefinida y solo el 55% del dinero disponible pedido por los empresarios.
Según los datos de la última Encuesta de Población Activa, de las 55.922 personas jóvenes desocupadas de la Comunitat Valenciana, 4.671 están cualificadas.
Consultado sobre los motivos de este escaso nivel de ejecución, desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) apuntan: «Hay una realidad objetiva y es que los servicios públicos de empleo son apenas utilizados. Las empresas optan por otras vías. Las políticas activas de empleo siguen centradas en el desempleo sin atender las necesidades de las empresas. Apenas existen unidades específicas dirigidas a la captación de ofertas y a la creación de observatorios de necesidades del sistema productivo. Tampoco se ofrecen soluciones específicas para cada empresa y/o desempleado, los mismos servicios no sirven para todos los destinatarios».
El Servef reconoce que se están haciendo esfuerzos para mejorar la difusión de este tipo de convocatorias. Sin embargo, parece evidente que existen reservas en las empresas para realizar contratos indefinidos.
Más dinero, menos exigencia
Durante la legislatura, Labora ha modificado las bases de estas ayudas para hacerlas más atractivas. Por ejemplo, haciendo que la contratación indefinida solo implique un periodo de dos años. Y cada año se da más dinero. Para este 2019, las ayudas máximas pasan de 20.605,20 euros a 25.200.
Además, en 2018, se desdoblaron las ayudas. Junto con el programa Avalem Joves Contratación Indefinida, se lanzó el Avalem Joves Contratación en Prácticas, unas ayudas de hasta 11.000 euros que solo exigen un año de contratación. Fue como «respuesta a las inquietudes de los representantes empresariales, que solicitaban ayudas que no únicamente apoyasen los contratos indefinidos», señala Labora.
Más éxito para las prácticas
Y estas ayudas sí tuvieron éxito en su primera edición. En concreto, de los dos millones disponibles, se concedieron 1,08 millones que beneficiaron a 125 jóvenes. 2018, de hecho, ha sido el año en que más importe se ha concedido a empresas, 2,2 millones entre los dos programas (indefinido y prácticas), cinco veces más que en 2016 gracias al tirón de las ayudas a los contratos en prácticas.
Para este 2019, estos contratos en prácticas ofrecen entre 10.700 y 11.340 euros según las condiciones de las personas beneficiarias. Estas ayudas forman parte del Programa Operativo de Empleo Juvenil para el período 2014-2020.
