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El juzgado ratifica que el concurso de acreedores de Coepa fue fortuito

El auto exime definitivamente a los responsables de la desaparecida patronal alicantina de cualquier responsabilidad en su quiebra

El juzgado ratifica que el concurso de acreedores de Coepa fue fortuito

Los antiguos dirigentes de la desaparecida Coepa ya pueden respirar definitivamente tranquilos. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha calificado como fortuito el concurso de acreedores que llevó a la liquidación a la patronal provincial, con lo que sus administradores quedan libres de cualquier responsabilidad en la quiebra. Así lo establece el magistrado Leandro Blanco García-Lomas en un auto contra el que no cabe recurso, después de que, tanto el administrador concursal, Luis Fernando Alonso Saura, como la Fiscalía hubieran emitido sendos dictámenes en el mismo sentido.

No se trata de un asunto menor, ya que, si el concurso se hubiera calificado de culpable, los antiguos responsables de Coepa habrían tenido que responder con su patrimonio por las deudas de la organización y se habrían enfrentado a una posible inhabilitación para administrar bienes ajenos, lo que hubiera sido un golpe muy duro, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos son empresarios.

Sin embargo, como ya avanzó este diario el pasado mes de noviembre, el informe del administrador concursal dejaba claro que, aunque sus dirigentes pudieron cometer algunos errores y demoraron más de lo debido la petición de concurso, las causas que llevaron a Coepa a la quiebra fueron externas. Principalmente, el recorte de las subvenciones de la Generalitat, de las que se nutría mayoritariamente el presupuesto de la organización, y la demora de esta misma administración a la hora de pagar las ayudas que ya estaban concedidas.

Así, Alonso Saura señalaba que la actuación de los responsables de la patronal no contribuyó decisivamente a agravar su situación y que, por el contrario, adoptaron diversas medidas a lo largo de los años para intentar sanear sus cuentas. Al respecto, cabe recordar que ya en 2012 Coepa aprobó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supuso el despido de la mayor parte de su plantilla y que dos años después vendió a un inversor la sede que tenía frente al Teatro Principal de Alicante por 2,3 millones. Una operación que le permitió cancelar la prática totalidad de la deuda que mantenía con las entidades financieras, con la única excepción de la hipoteca que le había concedido el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para la construcción de su centro de oficios. La imposibilidad de devolver este crédito y la decisión de Labora -antiguo Servef- de reclamar la devolución de las ayudas que había concedido para ponerlo en marcha fue lo que, finalmente, precipitó la disolución de la patronal en diciembre de 2017.

Liquidación en «stand by»

Desde que se presentó la petición formal, la liquidación de Coepa ha avanzado considerablemente. Por ejemplo, con la devolución a la CEOE de la titularidad de los locales de Coepa Puerta 10, que ya ocupa la CEV, la nueva patronal autonómica que ha sustituido a la extinta organización alicantina. Sin embargo, el proceso se encuentra ahora en una especie de «stand by» y sin poder cerrarse ante el recurso que el IVF presentó ante la Audiencia Provincial para exigir que el citado centro de oficios se incluyera en el plan de liquidación.

El administrador concursal lo había dejado fuera al entender que el inmueble debía revertirse al Ayuntamiento de Alicante, que cedió el uso del suelo durante un periodo de 30 años, con la condición de que se destinara a fines educativos. Una premisa que ya no se cumple. El IVF, sin embargo, quiere que se subaste su uso o que se le adjudique hasta que se cumpla el plazo. En cualquier caso, el organismo autonómico y el Consistorio alicantino ya han mantenido varias reuniones para buscar una solución consensuada, por el momento, sin éxito.

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