Cuatro años después de que Carlos Bertomeu se convirtiera en presidente y máximo accionista de la aerolínea valenciana Air Nostrum, la familia de industriales que puso en pie la compañía completa su desvinculación de forma definitiva.
Javier Serratosa Luján ha formalizado recientemente su salida del consejo de administración de Air Nostrum. Era el último de los Serratosa que tenía un cargo directivo en Air Nostrum, por lo cual en este momento no hay ningún miembro de la familia fundadora en la compañía, apuntan fuentes de la aerolínea con sede en Quart de Poblet.
La familia Serratosa conservaba un 7% de los títulos a través de la sociedad patrimonial Nefinsa-Pool de Activos. Esta participación ha sido distribuida entre los demás accionistas de Air Nostrum, cuya mayoría sigue en manos de Carlos Bertomeu.
Hasta el momento de la salida de los Serratosa, Bertomeu ostentaba el 53,47% de las acciones. Los dueños del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), José Remohí y Antonio Pellicer, un 14,74% cada uno; Nefinsa, el citado 7%; el director general de la compañía, Miguel Ángel Falcón, un 5%; otros directivos se repartían un 3,02%, y el Banco Ceiss, un 2,04%.
Valenciana de Cementos
El apellido Serratosa es fundamental en la historia de la aerolínea. Emilio Serratosa Ridaura fundó junto a sus hijos (Serratosa Luján) la sociedad patrimonial Nefinsa tras la histórica venta de Valenciana de Cementos ya más de 25 años.
Una de sus primeras y más exitosas inversiones fue precisamente esta compañía aérea valenciana. Hace unos años, a modo de homenaje, Bertomeu bautizó con el nombre de Emilio Serratosa a uno de sus bombardier. El patriarca de la saga, precisamente, acaba de transmitir las últimas diez acciones que poseía en el holding familiar.
Presidente hasta 2014
Su hijo Javier, consejero delegado de Nefinsa, fue presidente de Air Nostrum desde 2009 hasta 2014, cuando Bertomeu asumió el liderazgo accionarial y directivo en la compañía. Fue el propio Bertomeu quien le pidió que se reincorporara al consejo en 2016. Les une una estrecha amistad. Como director de inversiones de Nefinsa, el actual dueño lanzó la compañía en 1994. Javier Serratosa, por su parte, ha estado centrado los últimos años en la antigua Uralita (hoy Coemac), que es ahora misma la gran participación de la saga de industriales. La empresa cerró con 140 millones de beneficios el ejercicio de 2017, gracias a la venta de Pladur.
