Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La sociedad patrimonial de los Sala pierde cerca de 47 millones en dos años

La mayor parte de los números rojos se deben al ajuste en la tasación de los activos que los hermanos realizaron antes de su separación

La sociedad patrimonial de los Sala pierde cerca de 47 millones en dos años

La Compañía Española de Resinas S.L., la sociedad patrimonial donde la familia Sala concentra sus inversiones inmobiliarias, registró cerca de 47 millones de euros de pérdidas entre los años 2016 y 2017, y su volumen total de activos cayó desde los 76,9 hasta los 30,1 millones. Así consta en las cuentas oficiales que la firma acaba de depositar en el Registro Mercantil, que atribuyen buena parte de estos números rojos a la retasación de los bienes que se realizó en el primero de estos ejercicios para reflejar la pérdida de valor que habían experimentado durante la crisis. El precio contable de los terrenos y las naves propiedad de esta sociedad no se había actualizado desde 2011. En este sentido, cabe señalar que la revisión del valor de los activos se produjo en plena disputa entre los herederos del desaparecido expresidente de la CAM Vicente Sala por el control del imperio familiar, lo que les llevó a querer conocer con exactitud el precio de sus posesiones.

Unas diferencias que se agravaron con el asesinato de la matriarca, María del Carmen Martínez, y que solo se zanjaron en abril de 2018, cuando el primogénito, Vicente Sala Martínez, compró a sus tres hermanas su participación en el negocio industrial -Samar Internacional- por 54 millones de euros, para lo que utilizó su paquete accionarial en esta firma patrimonial como parte del pago. De esta forma, las actuales propietarias de Compañía Española de Resinas son María del Mar, Fuensanta y María Antonia Sala Martínez.

Fue en julio de 2011, poco antes del fallecimiento del fundador, cuando los Sala decidieron reestructurar sus negocios y, tras una primera operación de fusión de sus sociedades, optaron por segregar su división industrial -dedicada a la distribución de polímeros- de las inversiones inmobiliarias que habían acumulado a lo largo de los años, que fueron a parar a la citada sociedad patrimonial.

Mansiones, terrenos y naves

Entre estos bienes se encuentran la finca donde se ubican las mansiones de la familia, diversos solares, terrenos rústicos y varias naves industriales en Alicante, Elche o Elda, entre otras ubicaciones. Los ingresos de la mercantil proceden del alquiler de estos inmuebles y de su posible venta.

Por su actividad, la compañía no tiene obligación de estar auditada, por lo que mantuvo el valor de los bienes durante todos estos años hasta que, en 2016, se decidió realizar la citada retasación para actualizar los importes, por consejo del auditor del grupo. De esta forma, ese año Compañía Española de Resinas S. L. reconoció en sus cuentas un deterioro de los terrenos y construcciones de su propiedad de 45,6 millones de euros, lo que llevó a unas pérdidas totales de 46 millones, según las propias cuentas de la firma.

Por su parte, en 2017, la sociedad anotó otros 390.622 euros por deterioros -tras varias entradas y salidas de activos- y sumó otros 648.160 euros de números rojos. Eso sí, en ambos casos se trata de pérdidas puramente contables -por el registro de estas amortizaciones y los deterioros- ya que la compañía tuvo unos ingresos de 869.874 euros -principalmente por las rentas de las naves- que darían para cubrir los gastos de personal (206.768 euros) y los de explotación (525.478).

Pero, sobre todo, hay que destacar que la sociedad no tiene deuda alguna con las entidades financieras, es decir, que todos los bienes están pagados, por lo que cualquier venta supone una inyección de liquidez directa para sus propietarias, con independencia de su registro contable.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats