Telefónica ha decidido reorganizar su estrategia para el segmento empresarial en España con el fin de acelerar el crecimiento de su negocio para compañías, para lo cual creará una nueva marca denominada Telefónica Empresas, en la que aglutinará todas las capacidades, soluciones tecnológicas y servicios de Tecnologías de la Información (TI). En este sentido, la operadora remarca que su nueva estrategia está apoyada en seis grandes áreas de negocio: conectividad, nube, seguridad, Big Data, Internet de las Cosas (IoT) y lugar de trabajo digital, así como un modelo que incorpora alianzas con las grandes compañías del mercado como Amazon, Google, Microsoft o Cisco.

Telefónica detalla que con su nueva marca quiere acompañar a las empresas y administraciones públicas en su proceso de transformación digital, tanto desde el punto de vista interno y de organización, como de los servicios que ofrece a sus clientes. Para ello, la compañía quiere ofrecer soluciones y servicios globales, pero al mismo tiempo personalizados.

El objetivo es «liderar el mercado de servicios digitales» en España aprovechando la «gran oportunidad» que supone el mercado global de la digitalización. Así, desde la compañía recuerdan que el negocio de empresas supone el 21% de sus ingresos y tiene más de 5,5 millones de clientes a nivel global.

En el caso de España, Telefónica lleva registrando crecimientos interanuales durante diez trimestres consecutivos en ingresos de servicios digitales y ya es la tercera empresa de Tecnologías de Información de España, por debajo de Indra e IBM y superando a Accenture.

La consejera delegada de Telefónica España, María Jesús Almazor, señaló que, con la creación de esta nueva marca, la operadora quiere seguir ayudando a sus clientes a cubrir las necesidades que requiera su transformación digital. «Telefónica Empresas va ser la clara referencia como partner tecnológico con más capacidad de España», subrayó. Asimismo, añadió que esta nueva estrategia va a ser una forma «muy importante» de acompañar a las empresas para que sean más competitivas, crezcan más, tengan mayores ingresos y, en consecuencia, España logre una posición «muy relevante» en Europa y el mundo.