El sello para el envío de cartas y tarjetas postales normalizadas y de hasta veinte gramos de peso a destinos nacionales subirá un 9% el 1 de enero de 2019, de forma que pasará a costar 0,60 euros, frente a los 0,55 euros actuales, según informó Correos.

Se trata de una subida inferior a la del 10% de este año, pero es una de las más altas que esta tarifa postal, considerada de servicio publico, registra en los últimos años, tras la del 11,1% de 2017 y la del 10,5% que experimentó en 2015.

Con este incremento, Correos pretende ir "adecuando progresivamente el precio de los sellos a los costes de mantenimiento de la calidad y la eficiencia del servicio postal universal" que presta.

En cuanto a los sellos para el envío de cartas y tarjetas postales normalizadas y de menos de 20 gramos de peso a destinos fuera de España, también se anotarán importantes incrementos a partir del día 1.

Así, el sello para mandar cartas y postales a países europeos (incluido Groenlandia) subirá un 3,7% el próximo 1 de enero, cuando pasará a costar 1,40 euros, cinco céntimos más que ahora.

De su lado, los sellos para envíos a destinos más allá de Europa se encarecerán un 3,4%, dado que pasarán a tener un precio de 1,50 euros, en lugar de 1,45 euros.

Respecto a los servicios de Correos que no tienen consideración de servicio público, el precio de los envíos de paquetes registrarán una subida media del 0,88%. Se trata del principal negocio de la firma y hacia el que enfoca su estrategia de negocio para aprovechar el auge del comercio electrónico.

La sociedad postal pública asegura que, a pesar de la subida, España seguirá figurando entre los países de la UE con las tarifas postales "más económicas".

Según indica, el precio medio del sello común se sitúa por debajo de lo que cuesta en Europa (1,02 euros), y también de otros países del entorno como Alemania (0,70 euros), Reino Unido (0,76 euros) y Francia (0,95 euros).

En España, entre los años 2005 y 2016 la variación del precio de los sellos más comunes ha oscilado entre su congelación en los años 2006 y 2014, hasta subidas como las del 6,25% de 2010 y la del 7,1% de 2016.

El encarecimiento de los sellos más utilizados coincide con la continua caída de los envíos postales por su sustitución por otros medios de comunicación electrónicos.