Iberdrola ha concluido el proceso de digitalización de su red de distribución eléctrica en la provincia, con la instalación de 1,4 millones de contadores digitales así como la infraestructura que los soporta. Además, también ha completado la adaptación de centros de transformación, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización, según ha informado la propia compañía.

A nivel nacional la firma ha instalado 10,7 millones de contadores digitales y adaptado alrededor de 90.000 centros de transformación, tratándose de un proceso de digitalización ha representado una inversión de 2.000 millones de euros.

La eléctrica presidida por Ignacio Galán asegura que con esta nueva infraestructura inteligente la "compañía avanza en su estrategia de transición energética y contribuye a la descarbonización de la economía", ya que ha mejorado la eficiencia de la red, optimizando la gestión de la demanda y favoreciendo la integración de más renovables.

Consumidor más conectado

De cara al consumidor, la digitalización de la redpermite conocer en tiempo real, entre otros datos, sus curvas de consumo, así como la demanda de potencia máxima, o la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica, lo que permite hacer un uso más eficiente de la electricidad, decidiendo el tipo de tarifa que se adapta mejor a su perfil y modo de vida.

Asimismo, se dispone de más información que permite detectar fraudes y conseguir minimizar las pérdidas, además de incrementar la seguridad, tanto de los empleados como de los proveedores que trabajan en la red.