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¿Qué anticipan las bolsas?

Sobrevalorada Nueva York, en caída la Bolsa española, los mercados han anticipado en 2018 las numerosas incertidumbres que se ciernen sobre la economía mundial

Este ya crepuscular 2018 no ha cumplido las expectativas halagüeñas que se le suponían cuando su antecesor también declinaba. La volatilidad en los mercados ha sido una constante, con penalizaciones en Europa y euforia durante la mayor parte del año en Estados Unidos, y el devenir de la economía se ha ido oscureciendo por culpa de acontecimientos, como poco, inquietantes. ¿Qué han estado anticipando las Bolsas en estos casi doce meses? ¿Otra crisis? ¿Una desaceleración? O, todos tranquilos, que seguimos en la onda del crecimiento. ¿Están sobrevaloradas plazas como la neoyorkina y excesivamente castigados parqués como los europeos y singularmente el español? Cada cosa en su momento. Empecemos por esta última cuestión que dibuja el panorama para explicar la primera.

El director corporativo de Banca Privada de Bankia, Ignacio Ezquiaga, asegura que, «en contraste con lo que generalmente se esperaba al inicio del año, 2018 ha resultado muy negativo para la mayoría de los mercados». Para Estados Unidos, ha sido excelente hasta el cierre de noviembre, cuando el SP500 se revalorizaba un 4%, pero diciembre ha trastocado el panorama, con un descenso de casi 2.500 puntos en el mes -hasta los 23.300- que implica una caída anual del 5%. Por su parte, los mercados europeos se han desplomado: el francés CAC-40, un 13%, el Ibex 35, un 14%, y el alemán Dax, un 18,5%. El director de negocio institucional de Merchbanc, Carlos de Fuenmayor, añade que el mercado americano, hasta el rush final de año, «no es que estuviera sobrevalorado, es que estaba en niveles históricos nunca vistos. Somos testigos de la valoración de mercado más amplia de toda la historia desde que existen registros al respecto». Por contra, la bolsa española «está claramente infravalorada, también históricamente, al ser un mercado estrecho y muy apetecible para los ataques de los bajistas». Buena prueba de ello es que el Ibex 35 «cotiza a niveles de casi el 50% por debajo de su máximo histórico».

El profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València, Vicente Pallardó, opina que «hay mercados sobrevalorados a lo largo y ancho del mundo, de ahí los severos movimientos que se producen cada poco tiempo». No obstante, matiza que este fenómeno se da más en la deuda pública que en la renta variable. Por espacios geográficos, considera que la Bolsa española no está infravalorada en general, excepto en el caso de los grandes bancos, y coincide con otros expertos consultados en que el parqué neoyorkino está sobrevalorado, especialmente para una economía en el final del ciclo «para la que ya no habrá más recortes fiscales y con empresas gravemente endeudadas». Respecto a esta última cuestión, realiza una más que inquietante afirmación: «Son las propias empresas, con recompras de acciones de 900.000 millones de dólares en el último año, las que, en parte no desdeñable, han estado elevando las cotizaciones. Se endeudan a costes bajísimos, ya que los tipos de interés siguen en mínimos, que además desgravan fiscalmente, y recompran sus acciones para inflar el valor en Bolsa (y, por cierto, en ello dejan de invertir)».

El consejero delegado de la asesoría financiera Kau Markets, Lorenzo Serratosa, considera que para saber si un mercado está o no sobrevalorado no hay que fijarse en el indicador que lo identifica, es decir, si el español Ibex cotiza a 9.000 o 12.000 puntos, sino por los beneficios de las empresas que lo componen. Bajo esa premisa, hay diferencias notables entre Estados Unidos y Europa: En el tercer trimestre de 2018 «vemos cómo en EE UU el aumento de beneficios medios del SP500 está en un 20%, mientras que en Europa, el Eurostoxx600 está en un 12%». Y otro matiz, «en Europa puede haber empresas haciéndolo muy bien en un entorno difícil, como Burelle en Francia o Grífols en España, y, al revés, en Estados Unidos podemos encontrar empresas haciéndolo muy mal en un entorno favorable, por ejemplo, General Electric, que ha perdido un 80% de su valor».

Con este panorama, ¿qué podemos decir que nos están adelantando los mercados? Serratosa asegura que el mensaje que transmiten es el del final del ciclo económico iniciado en 2010, aunque añade que se equivocan, porque es cierto que se ha producido una desaceleración en 2018, «pero eso no significa que veamos una recesión inminente». Glen Chapman, director de Estrategia de Renta Variable del Banco Sabadell, coincide con Vicente Pallardó en que las Bolsas están avanzando el escenario de una retirada progresiva de las políticas de expansión monetaria de los bancos centrales que han tenido dopadas a tantas economías, singularmente la española, y se suma a lo que afirma Ignacio Ezquiaga, de Bankia, que sitúa entre las influencias «la acumulación de incertidumbres políticas en Europa -el brexit, Italia, el parón en el avance hacia la unión monetaria, la crisis de los grandes partidos- y las expectativas sombrías respecto al comercio internacional, tras las amenazas arancelarias de EE UU». Sin embargo, Enrique Marazuela, director de Inversiones de BBVA Banca Privada, precisa que «las correcciones a la baja tan intensas en las bolsas no se corresponden con la situación económica actual» y Carlos de Fuenmayor, concluye que los mercados «siguen anticipando crecimiento, eso sí un crecimiento más moderado».

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