La economía valenciana se encuentra ya en desaceleración. Así lo atestigua el último informe de coyuntura de la patronal autonómica CEV, que constata que la economía autóctona «continuó avanzando durante el segundo semestre de 2018 a tasas relativamente altas, pero a ritmo desacelerado». De confirmarse esta senda, el PIB autonómico crecerá en el conjunto del año un, a pesar de todo, jugoso 2,4%/2,5%, aunque será una décima menos que la media nacional y siete por debajo de 2017. A nivel sectorial, «salvo la construcción que, partiendo de mínimos, anotó avances muy significativos en todos los parámetros macroeconómicos», el resto de las actividades «muestran trayectorias que confirman la ralentización». La agricultura sale bastante mal parada, fundamentalmente porque los citricultores acumulan en el primer tramo de la campaña unas pérdidas de 123 millones de euros por las lluvias y el descenso de las cotizaciones. La apicultura también padece un problema de precios bajos y el sector vinícola padece, desde la vendimia, «una parálisis generalizada de uva».

El Índice de Producción Industrial muestra que la actividad secundaria ha seguido durante los diez primeros meses del año «un comportamiento menos estable y menos dinámico que en el ejercicio anterior». Y además su evolución es «menos positiva» que la del conjunto de España. De hecho, el IPI subió un 0,9%, frente al 1,6% de la media nacional.

El informe destaca que los indicadores de la construcción en la Comunidad, «pese a mostrar un importante dinamismo en los grandes agregados (actividad, empleo y precios) reflejan una ligera atenuación en ciertas partidas (edificación pública, viviendas, superficie a construir e hipotecas constituidas)».

Por su parte, los servicios continúan «marcando una trayectoria muy positiva pero a menor nivel que en 2017». Es significativo, no obstante, que la actividad comercial solo haya experimentado un incremento en el acumulado de los diez primeros meses del año del 0,1%, mientras que en España fue del 0,8%. El documento precisa que las organizaciones del sector han detectado que «la falta de confianza y la información vinculada a los cambios políticos, así como las temperaturas cálidas de los meses iniciales de la temporada de otoño, no han favorecido las ventas». En el ámbito laboral, el número de parados descendió en la Comunidad en términos interanuales en un 12,94%, dos puntos más que la media nacional. Además, el número de contratos indefinidos continuó creciendo y lo hizo en un 20,52 %, 4,8 puntos por encima de la media nacional.