n El anuncio de la modificación de varios aspectos de la reforma laboral que ayer avanzó CC OO, refiriéndose a un preacuerdo alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos, al que no se había sumado la CEOE, provocó una reacción inmediata de las patronales, que mostraron su «sorpresa, indignación y preocupación» por lo que consideraban una «ruptura unilateral» del diálogo social, según se subrayaba en un comunicado de la CEOE y Cepyme.

Algunos de los contenidos del preacuerdo que detalló la secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente, aluden a la recuperación del subsidio del paro para los mayores de 52 años, que la reforma elevó hasta los 55 años; volver a la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa; eliminar el límite de un año que la reforma estableció para la ultraactividad de los convenios colectivos, además del establecimiento de límites a la subcontratación, obligando a las empresas auxiliares a adoptar el convenio sectorial o el de la empresas principal. Puntos, todos ellos, que estaban sobre la mesa de negociación en el marco del diálogo social, después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez, tras llegar al Gobierno el pasado mes de junio, apostara por derogar la reforma laboral que aprobó el PP en 2012 ó, al menos, los puntos más lesivos.

Valerio y el registro de horarios

En este contexto, la propia ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, confirmó ayer en un desayuno informativo que sacará adelante el registro obligatorio de la jornada laboral y de horarios en las empresas. Una medida con la que se pretende evitar los alargamientos de los trabajos a tiempo parcial. En este sentido, los sindicatos vienen advirtiendo de que en muchos casos se realizan más horas de las establecidas en los contratos con este tipo de jornadas. Éste es uno de los aspectos que ha creado más fricción en las negociaciones y al que la CEOE se ha opuesto frontalmente. «La Inspección de Trabajo nos lo demanda y los sindicatos están de acuerdo. Ya he dicho que voy a intentar el acuerdo o que los disensos, si hay, sean tranquilos», dijo la titular del Ministerio, tras afirmar que la patronal lo está «mirando», si bien admitió que «va a ser difícil» contar con su apoyo. Y dejó claro que, si el Ejecutivo considera «por ponencia» que hay que sacarlo adelante, lo sacará. «Queremos el mayor consenso, a ser posible por unanimidad, luego hay que trabajarse también a los grupos políticos», señaló, según informa Europa Press.

Trabajo solo habla de «avances»

Sobre el resto de temas, la ministra indicó que se está trabajando en los retoques de la reforma laboral y añadió que las negociaciones van «bastante avanzadas», de nuevo más con el acuerdo de sindicatos que de empresarios. Poco después de las manifestaciones de la ministra y del anuncio que lanzó CC OO sobre el preacuerdo, fuentes del departamento de Magdalena Valerio no llegaron a aclarar la situación. Según informó Europa Press, el Ministerio no confirmó el preacuerdo y se limitó a señalar que «la mesa de diálogo social sigue trabajando». Tampoco UGT entró en muchos detalles. El sindicato que lidera Pepe Álvarez sólo señaló que «hay materias con gran coincidencia con el Gobierno para derogar aspectos centrales de la reforma laboral», aunque también aseguró que no se ha llegado a un acuerdo formal con el Ejecutivo. Pese a ello, la organización sindical advirtió al Ejecutivo de que «no hay más tiempo que perder. Hay que pasar ya de las palabras y de las buenas intenciones a los hechos».

Por otra parte, además de los registros obligatorios de la jornada, las patronales también se oponen a que los convenios de sector prevalezcan sobre los de empresas.

La patronal pide claridad

La CEOE pide,asimismo, mayor claridad sobre la vuelta a laultraactividad, muy reivindicada por los sindicatos. Mientras a nivel estatal se lanzaban ayer algunos mensajes con cierta imprecisión, salvo los de la patronal, en la provincia representantes empresariales alineaban sus manifestaciones con las de la CEOE. Perfecto Palacio, presidente de CEV Alicante, criticaba que no se convocara a los empresarios para abordar aspectos claves del diálogo social, «del que somos una parte importante». Además, lamentaba que últimamente se utilice la dinámica de «lanzar anuncios sin hablar con los sectores implicados. Y eso nos preocupa», añadía Palacio.

Por su parte, Juan José Sellés, presidente de la Unión Empresarial de la Provincial de Alicante (Uepal), consideró que el registro obligatorio de la jornada y horarios «es una medida poco eficaz y distante de la realidad. Ahora se tiende más a primar la productividad que la presencia en los centros de trabajo, sobre todo cuando, en algunos sectores, gran parte del trabajo se realiza fuera de las oficinas. Además, ya es obligatorio en las nóminas especificar las jornadas», subrayaba.

Desde UGT, la secretaria territorial en l'Alacantí-La Marina, Yaissel Sánchez, destacaba medidas que se negocian en el diálogo social como recuperar el subsidio de desempleo para los mayores de 52 años o la prevalencia de los convenios sectoriales sobre los de empresa. Y José María Ruiz Olmos, de CC OO, advertía de que «los sindicatos queremos hechos, no palabras. Queremos recuperar lo que han perdido los trabajadores y que se recojan los avances en un texto legal».