Ya hay acuerdo sobre el Expediente de Regulación de EmpleoExpediente de Regulación de Empleo (ERE) de la Fundación Caja Mediterráneo. Los trabajadores han dado este miércoles su respaldo mayoritario al preacuerdo que se había alcanzado el pasado lunes entre el patronato de la fundación y la representación sindical y que supondrá la salida de 16 de sus 39 empleados, es decir, una reducción del 41% de la plantilla.

Se trata de seis despidos menos de los planteados inicialmente por la Fundación, que incluyó esta medida dentro del plan estratégico aprobado la pasada primavera para garantizar su viabilidad, junto con el cierre de varios de sus centros o la venta de inmuebles en desuso.

En este sentido, las condiciones pactadas incluyen dos tramos diferenciados. Para aquellos que tienen 59 o más años -cinco trabajadores-, la heredera de la Obra Social de la CAM garantiza el cobro del 70% de su salario -incluido lo que reciban por la indemnización por desempleo- así como el convenio con la Seguridad Social hasta que cumplan los 63 años, cuando podrán acceder a la jubiliación. No obstante, para aquellos que ya estén próximos a esta última edad también les ofrece la posibilidad de acogerse a una indemnización de 20 días por año trabajadado, con un tope de 12 mensualidades, si les resulta más ventajoso.

Para el resto de empleados, el acuerdo establece una indemnización de 35 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades. Además, también incluye un plan de recolocaciones y la creación de una bolsa de trabajo para que los afectados por el ERE tengan prioridad, en el caso de que la Fundación necesite realizar nuevas contrataciones.

Cambio de condiciones

Además, durante un año la Fundación mantendrá abierta una ventana de bajas voluntarias a la que podrán acogerse aquellos empleados de la institución que vean afectadas sus condiciones de trabajo por la reestructuración de centros y tareas que va a llevar a cabo la institución. En este caso se les pagará 30 días por años trabajado, con un tope de 18 mensualidades.

En este sentido, cabe señalar que la mayoría de afectados por el ERE son trabajadores de los centros que la Fundación Caja Mediterráneo va a cerrar o ha cerrado ya dentro de su plan para replegar su actividad a las provincias se Alicante y Murcia. Así, entre otros, desapareceran los centros que tenía en Torrent o Buñol, además del Camon de Madrid. También se reestructurarán varios departamentos.

Desde UGT, que ha asesorado en la negociación, destacan que se trata "de un acuerdo aceptable, dentro de la penosidad que siempre supone la aprobación de un ERE", y recalcan el apoyo mayoritario que ha tenido el documento entre los trabajadores.

Por su parte, desde la Fundación señalan que "la voluntad siempre ha sido llegar a un acuerdo que resultara lo menos traumático posible para los afectados" .

Con este recorte de plantilla y las demás medidas anunciadas, la Fundación Caja Mediterráneo confía en equilibrar sus cuentas a partir de 2020 y acabar con la sangría que ha sufrido desde que la Obra Social se separó del negocio bancario de la desaparecida CAM y se quedó sin su principal fuente de ingresos. Para más inri, al contrario que otras fundaciones surgidas tras la desaparición de la caja de la que dependían, la Fundación Caja Mediterráneo también carece de los ingresos que aportan a la mayoría de ellos los montes de piedad y que en la actualidad suponen la mayor parte del presupuesto de muchas de estas instituciones.

Ante esta situación la Fundación Caja Mediterráneo depende exclusivamente de los ingresos que logre generar con su actividad y de los rendimientos que pueda obtener de su patrimonio inmobiliario y financiero.