La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es un concepto que ha cobrado más fuerza en los últimos años, aunque, en realidad, la mayoría de compañías lo llevaban en su ADN y «lo hacían de forma natural, aunque sin saberlo», según coincidieron ayer los ponentes del debate celebrado en el Club INFORMACIÓN sobre Responsabilidad social empresarial: Compartiendo experiencias», que moderó su director, Toni Cabot.

La RSC «se entiende como un modelo de negocio que atiende no sólo a los resultados, sino también a la forma de obtenerlos», según destacó el director provincial de Relaciones Externas de Mercadona, Luis Consuegra, que participó en el acto junto a ejecutivos de las compañías Suavinex, Baleària y Carmencita. Todos compartieron esta reflexión y concluyeron que, al final, la Responsabilidad Social es un compromiso con la ciudadanía, con el cliente, teniendo como objetivo ser «una empresa ciudadana para incidir en la sociedad para mejorarla, para cambiarla»,según apuntó Josep Vicent Mascarell, director de área de Personas, RSC y Reputación de la naviera Baleària, que preside el dianense Adolfo Utor.

Y en ese compromiso se incluye la apuesta por la sostenibilidad, la eficiencia energética, la innovación y la calidad del producto, la promoción y el fomento del consumo responsable, así como la apuesta por los equipos humanos de las compañías y los códigos de conducta. Consuegra consideró importante que «empresa y sociedad se entiendan y se ayuden mutuamente». En este sentido, el modelo de la cadena de supermercados Mercadona, que preside Juan Roig, «está basado en satisfacer las necesidades de nuestros grupos de interés. Todos son importantes, pero siguen un orden secuencial. Los primeros son los clientes (a los que internamente la compañía denomina "jefes"), seguidos de los trabajadores, los proveedores, la sociedad y el capital». Y, según el directivo de la empresa, para alcanzar el beneficio, «que pertenece al capital, es necesario haber satisfecho antes a los otros grupos». Al igual que el resto de ponentes, Consuegra destacó el compromiso con los trabajadores. Y, en este sentido, subrayó los objetivos de estabilidad laboral y retribución.

Compromiso con los trabajadores

«Los empleados tienen contrato fijo desde el primer día y sueldo superior a la media del sector», señaló. Pero no menos importante es el compromiso de la igualdad, que se aplica a través de un plan específico firmado con los sindicatos, además de la conciliación laboral y personal; la protección al trabajador, así como la formación y la promoción interna. «Yo mismo soy fruto de la promoción interna. Empecé hace 17 años trabajando en Mercadona como repartidor», trasladó Luis Consuegra, quien añadió que la responsabilidad de la compañía con la sociedad se traduce en colaborar para la integración social de personas con discapacidad, con los comedores sociales, como el del barrio de San Gabriel de Alicante, o con los bancos de alimentos, entre otras actuaciones.

Participar en cambiar el mundo

La RSC entendida como una «marca con alma» es una de las ideas que lanzó en el debate Gustavo Lubián, director de Innovación y Responsabilidad Social de Suavinex,dedicada al sector la puericultura ligera (productos para el cuidado del bebé). Lubián fue uno de los que más incidió en que las empresas «de forma natural, sin saber lo que era la RSC, ya lo hacíamos», aludiendo a que cuando se plantearon apostar por este modelo en la compañía, se dieron cuenta de que «ya hacíamos cosas». Tenían un comedor para los trabajadores, sala de lactancia... Pero el paso importante lo dieron cuando el grupo de trabajadores se organizó, se profesionalizó dentro de la empresa, se planteó objetivos y comenzó a hacer un seguimiento de los mismos. «Si lo haces de forma profesionalizada, tiene mayor impacto». Participan en la entrega de juguetes en hospitales y compran paquetes de alimentos que se entregan a distintos colectivos. «Queremos que el mundo cambie. Hacer el mundo más feliz», dijo Lubián, para quien el equipo humano es clave. «Dejemos que las personas sean ellas mismas, así las cosas salen y el mundo cambia», subrayó. En el campo de la sostenibilidad, Suavinex quieren sustituir las botellas de agua que utilizan en el comedor por otras de aluminio reutilizable.

Por su parte, Josep Vicent Mascarell (Baleària) incidió en estos aspectos, pero también en la necesidad de impulsar por la innovación y la sostenibilidad, un compromiso que tiene asumido la naviera, que apuesta por el uso del gas natural licuado en sus barcos y por una flota eficiente.

Sostenibilidad y eficiencia

«Tenemos que ser una empresa ciudadana para incidir en la sociedad y cambiarla», repitió Mascarell, quien subrayó que Baleària está comprometida con el proyecto los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos el de luchar contra el cambio climático, impulsado por Naciones Unidas. Mascarell fue muy directo al señalar que la RSC «no está detrás de los resultados. Eso sería filantropía. Está antes, y si lo haces bien, mejoras». Y, además, añadió que la RSC puede servir para que las empresas puedan generar beneficios y empleo. La naviera, en su compromiso con el entorno, también patrocina proyectos sociales y tiene una Escuela de Talento. Una empresa RSC también sería ser «un buen vecino», coincidió Mascarell con el director general de Carmencita, Jesús Navarro, quien habló no sólo de hacer donaciones, sino de apostar por el equipo humano y la comunicación social como factores clave de la RSC.

Una Responsabilidad Social que ya su abuela practicaba. «Cuando mi abuelo fundó la empresa, les llevaba el café a los cinco trabajadores que empezaban», contó. Además, destacó la importancia «no sólo de cuidar el hogar (la fábrica), sino estar entrelazados con el exterior».

En el caso de la comunicación social, Carmencita la ha expresado recientemente con la realización de la película «Sueños de sal», que cuenta historias de personas de su Novelda natal. «Porque comunicar experiencias también forma parte del relato de las empresas para llegar a la gente», dijeron los directivos. Además de que puede ayudar a «inspirar o animar a otras a contarlas», añadieron.