La falta de financiación bancaria, que durante los años centrales de la crisis supuso uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentaron las empresas, ha dejado de ser un problema. Así, del 34% de pymes que el año pasado solicitaron un préstamo sólo un 1,1% no lo lograron. Por el contrario, más de la mitad de las compañías -un 51,2%- obtuvo el dinero que necesitaba en mejores condiciones que en ejercicios anteriores, y un 37,5% mantuvo las que tenía el año anterior. Sólo un 8,2% se vio obligado a pagar más o a aportar más garantías para financiarse, según el estudio.
En este sentido, el documento también destaca que la mayoría de pymes no ha necesitado pasar por el banco para seguir con su actividad. Así, un 29,3% de los consultados asegura que es capaz de autofinanciarse por otros medios mientras que un 35,7% sostiene que no necesita financiación. También es cierto que no todo es positivo en esta tendencia puesto que, según apuntan los autores del estudio, en parte las pymes solicitaron el año pasado menos préstamos porque se están acometiendo menos proyectos de inversión. En cualquier caso, nuevamente, las diferencias por tamaño son importantes, ya que son las firmas medianas las que más recurren al banco para financiarse.
