Los bajos costes de la financiación, unido al saneamiento de los balances empresariales, al elevado nivel de capacidad productiva y a las expectativas de expansión de la actividad «siguen favoreciendo la inversión» de las compañías de la provincia, según recoge el último informe «Panorámica Alicante», elaborado por la Cámara de Comercio de Alicante.
Un estudio que refleja que la inversión en capital fijo «se mantiene en niveles elevados», fundamentalmente, en lo que se refiere a la importación de maquinaria y bienes de equipo, que creció un 5% entre enero y mayo de este año con relación al mismo periodo de 2017. En paralelo, la matriculación de vehículos de carga (camiones y furgonetas) también experimentó un significativo aumento del 11,6% hasta julio, al aproximarse a las 4.000 unidades.
Pero, pese a que algunos factores, como el mantenimiento de unas condiciones financieras favorables, seguirán manteniendo la inversión, existen otros que pueden lastrarla. De cara al final del año y con las perspectivas puestas en 2019, el informe alerta de circunstancias que pueden suponer un efecto de contención, sobre todo, en el caso de las decisiones estratégicas de gasto de las empresas. Advierte de que «el menor crecimiento esperado» de las economías europeas, junto al aumento de la incertidumbre sobre la política económica nacional, «incidirán negativamente en las decisiones de inversión de las compañías» de la provincia.
Cambios estratégicos
Tradicionalmente, la inestabilidad política o económica, en general, se consideran enemigas de la inversión. Ante un contexto marcado por la incertidumbre, las compañías retrasan o modifican sus decisiones estratégicas. Así lo refleja, también, el último informe de la gestora Legg Mason «Global Investment Survey», cuyas conclusiones se encuentran en una línea similar a la de las perspectivas que apunta el informe de la Cámara de Alicante.
El estudio de la consultora recoge que el 55% de los inversores españoles ha realizado o se ha planteado llevar a cabo modificaciones en su cartera debido a los acontecimientos políticos ocurridos en España en 2018. Por contra, el 45% restante ha mantenido sus previsiones al considerarse inversores a largo plazo. El informe, basado en una encuesta realizada a nivel global, también apunta que, junto a los italianos, los empresarios españoles son los más preocupados por la inestabilidad política de su país, además de mostrar inquietud por la incertidumbre económica a nivel mundial, según Europa Press.
