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En Alicante

Más de la mitad de las firmas creadas en Alicante durante la crisis ya ha cerrado o está en situación crítica

La provincia encabeza la mortandad de los negocios surgidos entre 2008 y 2018 en España, según los datos de Axesor - Hostelería, construcción y transporte son los sectores más afectados

Un local comercial cerrado en el centro de la ciudad de Elche. matías segarra

Más de la mitad de las empresas que se crearon durante los años de la crisis económica en la provincia ya no existen o corren serio riesgo de desaparecer. Así lo asegura un estudio realizado por la agencia de rating Axesor, que pone negro sobre blanco los efectos de la denominada «burbuja del emprendimiento», que llevó a miles de profesionales a poner en marcha sus propios negocios ante la falta de alternativas laborales, con unos resultados, en muchas ocasiones, desastrosos. Un fenómeno especialmente intenso en Alicante que, según este informe, encabeza el ránking de demarcaciones con mayor porcentaje de sociedades fallidas en este periodo.

En concreto, Axesor ha analizado todas las empresas que se crearon en el país entre los años 2008 y 2018 y ha comprobado cuál es su situación en la actualidad. Una tarea nada fácil si se tiene en cuenta que la mayoría de las firmas que cierran nunca llegan a oficializar esa situación. Así, para hacer una radiografía más ajustada a la realidad, la agencia ha sumado las compañías que han realizado los trámites y se han dado de baja, con aquellas cuya hoja registral se ha cerrado al no haber anotado ninguna actividad en el Registro Mercantil durante al menos tres años, y con las que presentan un nivel de riesgo extremo. Es decir, las que tienen un «scoring» de solvencia de 0 a 2 puntos sobre 10, que suele ser el que se atribuye a sociedades que en la práctica han cerrado aunque no lo hayan comunicado oficialmente o bien atraviesan graves problemas para sobrevivir.

A nivel nacional los resultados ya son, cuanto menos, preocupantes, ya que de las 1.002.362 sociedades que se constituyeron durante la crisis, 394.314 encajan en alguna de las situaciones anteriores. Esto es, un 39,34%. Pero en el caso de Alicante las cifras son aún peores. Según Axesor, entre 2008 y 2018 vieron la luz en la provincia 49.790 empresas, de las que 29.026 ya han caído o corren serio riesgo de hacerlo. En concreto, hay 9.017 bajas, otras 2.465 a las que se cerró la hoja registral por inactividad, mientras que las restantes 17.554 presentan riesgo extremo. En total, son el 58% de todas las constituidas estos años, el mayor porcentaje del país.

Aunque Axesor no detalla las causas en su informe, basta con ver la lista del resto de provincias que se sitúan por encima de la media y los sectores más afectados a nivel nacional para encontrar la explicación. Y es que la actividad con más cierres es la hostelería, ya que más del 60% de los bares y restaurantes abiertos en los últimos diez años han desaparecido o están en dificultades. De hecho, en muchas ocasiones en un mismo local se han sucedido diversos establecimientos en apenas unos meses. En el caso de la construcción la cifra alcanza el 53% y en el sector del transporte y la logística, el 42,8%.

De esta forma, las provincias con mayor mortandad son también aquellas en las que el sector turístico ha ejercido de salvavidas durante estos años y también donde el ladrillo tenía más peso y, por tanto, había más gente por recolocar. Así, tras Alicante, la provincia más afectada es Málaga, con un 53% de negocios desaparecidos o en riesgo, seguida por Castellón (52,6%); Melilla (52,5%); Jaén (50,6%); Baleares (50%); o Las Palmas (49,8%).

En este sentido, el secretario general de UPTA-PV, Javier Pastor, lamentó ayer que «durante muchos años se le metió a la gente que había que emprender y crear negocios, cuando muchos no estaban preparados para hacerlo». Una situación que, por fortuna, según apunta, ha empezado a revertirse con la mejora económica. Por su parte, el presidente de ATA en la Comunidad, Rafael Pardo, recuerda que incluso en épocas de bonanza «muchos de los nuevos negocios que se crean nunca llegan a consolidarse por la fuerte competencia que existe», una situación que se agudiza en épocas de crisis. No obstante, Pardo rechaza hablar de burbuja del emprendimiento y considera que ahora la situación se está estabilizando.

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