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La provincia de Alicante solo cuenta con 410 automóviles eléctricos

Los distintos incentivos lanzados hasta la fecha no han logrado impulsar el uso de los vehículos ecológicos en la provincia

La provincia de Alicante solo cuenta con 410 automóviles eléctricos

El Gobierno tiene mucho trabajo por delante si realmente quiere hacer efectiva algún día la prohibición de vender cualquier tipo de vehículo que emita gases contaminantes a la atmósfera, lo que incluye todos los que funcionan con motores de gasolina o diésel, pero también los híbridos o los nuevos modelos de gas natural comprimido. Aunque la fecha prevista en la futura ley de cambio climático para la entrada en vigor de esta limitación se antoja lejana -el documento conocido ayer la fija para 2040-, lo cierto es que el camino por recorrer también parece muy largo, sobre todo si se tiene en cuenta la situación de partida.

Y es que, a pesar de todas las campañas de incentivos que se han puesto en marcha y de que se lleva décadas hablando del coche eléctrico como el futuro del sector, a día de hoy encontrar uno de estos vehículos circulando por las carreteras alicantinas sigue siendo casi tan difícil como encontrar una aguja en un pajar. Así, según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico, del más de un millón de turismos que forman parte del parque móvil alicantino en estos momentos, solo 410 cumplirían con los requisitos exigidos por la futura ley al ser totalmente eléctricos. Apenas el 0,039% del total.

Y lo mismo ocurre si se miran el resto de vehículos. De un total de 91.166 camiones de hasta 3.500 kilos de peso, solo 34 son eléctricos y no hay ninguno entre los que superan esas dimensiones. Igualmente, la DGT solo tiene constancia de la existencia de un autobús eléctrico en la demarcación, y eso a pesar de que en este caso la mayoría de la flota forma parte de concesiones públicas municipales que, en teoría, deberían impulsar el uso de tecnologías eficientes. Del mismo modo, solo hay 67 furgonetas enchufables de un total de 78.127 y apenas 505 motos y ciclomotores de las más de 250.000 matriculadas en la provincia. Sin duda, cifras que dan mucho que pensar.

Pero, además, la tendencia no es mucho mejor. Así, si se analizan las matriculaciones por carburantes de la primera mitad de este año, los coches de gasolina concentraron más del 72% del mercado provincial, el diésel sumó otro 24,77% -una cifra bastante baja que refleja la mala fama que ha adquirido este combustible-mientras que el resto de carburantes y motorizaciones alternativa apenas sumó un 3,2%. De ellos, la mayoría fueron híbridos y solo el 0,1% eran totalmente eléctricos, de acuerdo con los datos facilitados por la patronal que agrupa a los concesionarios españoles, Faconauto.

Prohibición de circular

La futura ley de cambio climático y transición energética que prepara el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene como objetivo reducir en un 90% las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto al nivel de 1990 para el año 2050. Para ello, una de las claves es actuar sobre el transporte, responsable de buena parte de esta contaminación. De esta forma, además de prohibir la venta de cualquier vehículo que no sea eléctrico o 100% ecológico en 2040, también se prohibirá la circulación de los que queden a partir de 2050. Unas limitaciones en línea con lo que ya han aprobado otros países europeos, como Francia o el Reino Unido. Dinamarca, Irlanda, Alemania y Holanda pretenden lograrlo en 2030 y Noruega en 2025.

Como es lógico, el anuncio provocó ayer la reacción en cascada de concesionarios y fabricantes. Así, desde Faconauto criticaron ayer que este tipo de anuncios o los que también se han hecho sobre la fiscalidad del diésel provocan «incertidumbre» entre los posibles compradores, que no saben qué vehículo adquirir, lo que se ha traducido en una caída de las ventas en los últimos meses. Por su parte, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) alertó de la pérdida de empleos que puede ocasionar la medida y recordó que el sector emplea a 200.000 personas en España. Asimismo, desde la Fundación Naturgy defendieron las ventajas del gas como combustible alternativo y poco contaminante.

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