P Estos días ha cumplido diez años al frente de CC OO en l´Alacantí-Les Marines, ¿Cuáles han sido los momentos más duros y los mejores en este periodo?
R Aunque parezca contradictorio, los más duros han coincidido con los más gratificantes. Han sido la gestión de las huelgas generales, las de 2010 y 2012 (reforma de las pensiones y laboral). Había que canalizar las energías y los mensajes hacia los interlocutores. Además, la situación era compleja para los trabajadores. Mi mandato ha coincidido con los años de la crisis, al salir elegida secretaria general en 2008.
P¿Por qué han sido también los más gratificantes?
R Porque han sido momentos de aprender; de trabajar en equipo; de tomar conciencia de lo relevante que es tener bien ordenada la organización y de las alianzas para afrontar hitos en la historia. Es duro, pero también gratificante, sobre todo, cuando ves que hay mucha gente que desde su espacio vecinal, social, cultural o político se une a la reivindicación. Por otra parte, esa época también coincidió con la ofensiva del Gobierno contra nuestra afiliación, con los 300 sindicalistas encausados en España.
P ¿Cómo ha cambiado la sociedad y el mercado laboral alicantinos en este tiempo?
R En el mercado laboral, los problemas siguen agudizándose. Aunque pese a toda la ofensiva conservadora, desde los espacios laborales organizados hemos conseguido más cuotas de representación sindical. En CC OO, la afiliación de mujeres ya está en el 48%. Durante la crisis, con tanto cierre de empresas, hubo una disminución de la afiliación, pero ahora se está recuperando. Eso es importante, porque más sindicatos en las empresas significa más democracia en las mismas. Y, socialmente, ha aumentado el tejido asociativo. Estos años hemos trabajado en multitud de plataformas y ha sido una oportunidad para que se creara más tejido reivindicativo. Además, los partidos de izquierdas han interiorizado la necesidad de ser representativos de esa mayoría social donde están los trabajadores. Tampoco hay que olvidar que en este tiempo en la provincia las reivindicaciones feministas se han ido imbricando en las organizaciones sindicales, políticas, o sociales.
P Tras un año importante en la reivindicación de los derechos de la mujer, con movilizaciones y una huelga el 8-M, ¿cual es el siguiente paso que hay que dar?
R Las cosas no se consiguen de la noche a la mañana. Ahora, no podemos dejar de participar en todos los espacios y seguir siendo visibles en los sindicatos, en los partidos, en la familia... Se tienen que ir dando pasitos porque esto tiene recorrido. Si este año ha habido una gran movilización de hombres y mujeres es porque algo se está haciendo bien. Aunque todavía queda mucho por recorrer. Tenemos que cambiar el marco de la ley y también tiene que haber cambios en el espacio del hogar, además de marcar en la agenda feminista la prostitución y los vientres del alquiler como explotación de las mujeres. Hay que combatir y luchar contra su legitimación.
P ¿Cuáles son los retos actuales de los sindicatos?
R Seguir ganando terreno al empobrecimiento que hemos sufrido los trabajadores; conseguir un salario que nos permita tener una vida decente; luchar contra la proliferación de la economía sumergida en una época en que hay discursos fantásticos que apuestan por la digitalización. Nosotros defendemos esos sectores productivos, pero lo que hacen es precarizar más el empleo de nuestros jóvenes. Y los trabajadores no tienen que seguir pagando todas estas transiciones. Las nuevas tecnologías pueden generar empleos, pero también reclamamos que tengan mejores condiciones laborales.
P ¿Cómo son las relaciones con los nuevos dirigentes empresariales de la provincia, con CEV-Alicante y Uepal?
R La interlocución con la CEV en la Comunidad es clarísima; y este año hemos convergido en momentos, como el de denunciar la infrafinanciación por parte del Estado. En Alicante, nos hemos reunido con Perfecto Palacio, presidente de la CEV aquí. Y en el ámbito de la negociación colectiva o de resolución de conflictos, se mantienen relaciones con las patronales o empresas, da igual que estén adheridas a una o a otra organización.
