En un contexto político complejo por el desafío independentista en Cataluña, los empresarios familiares, por boca de su presidente, Francisco Riberas, hicieron una explícita y contundente defensa de la Constitución: «Los efectos negativos de la crisis en la sociedad no deberían ser utilizados para deslegitimar y criticar este período de paz y prosperidad que se abrió hace 40 años. No es justo atacar e intentar destruir todo lo que nos ha traído hasta aquí». Pese a todo, añadió que «sí es el momento para reflexionar constructivamente sobre cómo podemos mejorar nuestro modelo económico-social para asentar unas bases firmes que nos permitan abrir otro período de crecimiento y bienestar». Previamente, Riberas había tenido palabras de elogio para Felipe VI, de quien destacó que es el «símbolo máximo de la unidad y de la estabilidad que todos queremos para nuestro país».

Ministra

Tras la intervención de la ministra de Industria, Reyes Maroto, quien circunscribió su mensaje al mundo de la empresa, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no desaprovechó el auditorio que tenía enfrente para referirse al problema catalán. «La crisis territorial es experta en propiciar incertidumbres. Por eso es exigible políticas audaces que, desde el cumplimiento del Estado de derecho, acaben con la confrontación estéril», reclamó, antes de recordar que es un deseo prioritario para los valencianos, dadas sus relaciones culturales y económicas con Cataluña.

Por ello, incidió en que no es momento de «pescar en el mar del oportunismo», sino de encontrar una vía solución que «no será nunca el soberanismo, ni tampoco la recentralización».