«La transformación digital nos preocupa y ocupa a las empresas recursos y tiempo, ya que supone una revolución con relación a la forma en que estamos operando, en la de consumir y en la de comerciar. Nos está impulsando a las compañías a hacer cambios estructurales». Así de claro lo tiene José Miguel Navarro, vicepresidente de Gioseppo, compañía que ya se encuentra en la primera fase del proceso de iniciar la transformación digital: con la creación de plataformas, aplicaciones, la incorporación poco a poco de la inteligencia artificial y el rediseño de estructuras. «Preparándonos para lo que viene», añadía.
El ejecutivo de la empresa ilicitana de calzado participa, junto a representantes de otras 24 empresas alicantinas de distintos sectores, en las jornadas de presentación del programa digitalXborder para ayudar a los exportadores a reforzar la internacionalización en el nuevo entorno digital. Unas sesiones que se celebran en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). La iniciativa está promovida por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), la Escuela de Organización industrial (EOI), dependiente del Ministerio de Industria, y la Asociación Española de la Economía digital (Adigital). Ahora, se desarrolla durante siete sesiones, hasta diciembre, en Alicante y luego se repetirá en otras 24 ciudades españolas. A estas jornadas -cofinanciadas por las entidades promotoras y fondos europeos- está previsto que asistan como expertos representantes de empresas como Google, Microsoft, Alibaba, Ebay, UPS o Telefónica, entre otras.
Uno de los ponentes del programa digitalXborder, el consultor alicantino Ezequiel Sánchez, socio director de Binomio Ventures, insistió en una de las jornadas que ya se han celebardo que la digitalización «no es tener una página web. Exportar desde el punto de vista digital significa ser competitivo a nivel mundial». «No podemos replicar la lógica que hemos seguido en el modelo offline», fue otra frase categórica de su análisis. Y las estrategias pasan por conocer al cliente. «Pero antes, tener un producto competitivo, ser capaces de generar demanda para él, porque si no, estaríamos abriendo una tienda en el desierto. El tercer punto sería conseguir la fidelización del cliente y el cuarto, reinventarse», remarcaba Sánchez.
Apoyarte en el talento
Una reinvención que pasa por transformar el modelo de negocio y, en una primera fase, «tener en tu empresa o buscar fuera el talento necesario para poder hacerlo», añadía el experto, socio también de la asociación de empresas tecnológicas alicantinas AlicanTec. La preocupación por el comportamiento del cliente digital está patente en las empresas. «Es un consumidor híper informado sobre dónde encontrar los productos y los precios. Y exige una transparencia total. Avanzamos a un entorno donde los valores son fundamentales», añadía el vicepresidente de la empresa Gioseppo.
Desde Sprinter, su director multicanal, Silvestre Segarra, coincidía con el resto de compañías en la necesidad de entrenar los equipos y «complementar con talento», si es necesario, para los cambios que conlleva la transformación digital de cara aumentar la presencia internacional. Los representantes empresariales también coincidieron en que en el actual contexto, la clave es ser competitivos, ya que el entorno digital se impone a marchas forzadas. Y, en este sentido, el representante de Sprinter -firma con amplia implantación en el mercado de España y Portugal- apuntaba que un paso para aquellas compañías que quieran reforzar los primeros pasos internacionales en un entorno globalizado podría ser la presencia en los «markets place que operan a nivel mundial» mientras la empresa sigue adaptando sus estructuras para poder hacer la transformación digital por sí misma.
Tractor de la tienda tradicional
Por su parte, Borja Mataix, director comercial de Tutto Piccolo, marca de moda infantil, con puntos de ventas en todo el mundo, incidió en otros aspectos menos visbles de la transformación digital y que, a su juicio, también pueden acometerse. Además del incremento de las ventas y de la competitividad que aporta este proceso, considera «un verdadero reto, aunque complejo, integrar a nuestros clientes multimarca en la digitalización».
Esta iniciativa supondría apoyar a la tienda multimarca tradicional, «que ya está sufriendo mucho y está registrando cierres». El objetivo sería «darle herramientas para que se beneficien de nuestra venta online, que no la vean como una amenaza, sino como una forma de acoplarlas, para que convivan y se beneficien de ella», dijo Mataix.
¿Cómo? «Una ayuda podría ser que se pudiera recoger el producto en su tienda y hacer alguna acción de tráfico online hasta ellos», concretaba Borja Mataix.
