Ryanair empezó a aplicar ayer su nueva política de equipaje de mano a bordo de la cabina, con la que esperan disminuir retrasos vinculados al embarque, y que implicará el cobro por las maletas de mano de hasta diez kilos, que hasta ahora eran gratuitas. En concreto, la aerolínea irlandesa de bajo coste únicamente permitirá a los pasajeros llevar una «pequeña bolsa personal» a bordo, que podrán colocar bajo el asiento de delante, pero solo los clientes que adquieran su billete como «priority» -lo que implica pagar entre seis y ocho euros más- podrán transportar también una maleta de hasta diez kilos.

Los viajeros de Ryanair que no pertenezcan a clase «priority» podrán facturar su maleta de diez kilos por ocho euros en el momento de la reserva, que serán depositadas en la bodega del avión. Según la «low cost» irlandesa, esta nueva medida está motivada por los retrasos que sufrían sus aviones al tramitar el equipaje y, además, porque algunos clientes llevaban maletas de un tamaño superior al permitido.

Hasta el pasado miércoles, los pasajeros sin prioridad también podían llevar gratis una maleta de mano, que el personal de la aerolínea irlandesa se encargaba de bajar a la bodega del avión en el momento del embarque sin coste adicional.