La falta de un pronunciamiento concreto sobre la política económica durante la campaña del ultraderechista y exmilitar Jair Bolsonaro, que ha ganado las elecciones en Brasil, mantiene divididos a los analistas internacionales. La incógnita es si sus medidas se encaminarán hacia el liberalismo, como predicaba en su programa, o se inclinará más por el proteccionismo, dado que en sus mítines ha repetido continuamente el mantra «Brasil, Brasil», muy al estilo de los mensajes de «América, lo primero» que también lanzó en su día, durante su campaña electoral, Donald Trump, hoy inquilino de la Casa Blanca y gran defensor del proteccionismo.
La misma incertidumbre sobre la política económica que aplicará el que será el próximo presidente del país más grande de Sudamérica mantiene pendiente a los exportadores provinciales. Aunque no es un cliente prioritario para los sectores alicantinos, sí es un «interesante», al ser un mercado con un elevado número de potenciales consumidores, al margen de que ser referente, por su tamaño, dentro de la zona de América del Sur, según explicaba Carlos Mazón, director gerente de la Cámara de Comercio de Alicante.
«Hay que estar vigilantes y atentos por si Bolsonaro se une a la reciente ola de proteccionismo, porque no sería el mejor escenario para una provincia, como la nuestra, volcada a la internacionalización, ya que lo que necesita todo exportador es seguridad jurídica», añadía el ejecutivo de la institución cameral. En este contexto, pendientes se encuentran sectores como el agroalimentario (frutas y hortalizas) o el del mármol, que son las actividades que mayor relación comercial tienen con Brasil. Pero también otras industrias como la madera, el plástico o el calzado.
Aunque los últimos datos sobre exportación -hasta el mes de julio- indicaban que los envíos desde Alicante al país carioca han caído un 13,3% con relación a los siete primeros meses del pasado año, según los datos de las Cámaras de Comercio de España. «Es un mercado con posibilidades», insistía Mazón. «No es estratégico, pero sí importante», aseguraba Eugenio Arques, presidente de la Asociación Mármol de Alicante. Un sector para el que Brasil es un destino de sus productos y que en lo que va de año ha tenido un desigual resultado. En lo que se refiere a las manufacturas de piedra natural, las exportaciones han sufrido un retroceso interanual del 31,3%, mientras que las de tablas de mármol en bruto casi se han duplicado. «De Brasil importamos granito, y junto a India y China, es un referente mundial en este producto. Pero sí exportamos allí, porque no tiene mármol. Además, por lo parecido del idioma (portugués), y porque ha sido una zona con la que hemos tenido buenas relaciones comerciales es un mercado interesante», añadía Arques, quien inidía que, aunque se registren descensos, «seguimos exportando a Brasil y confiamos en que su economía se vaya reactivando».
Hace casi una década, Brasil se encontraba en el grupo de los países emergentes -los denominados Brics-, junto a Rusia, India, China y Sudáfrica. Hoy, sin embargo, su economía vive una etapa de desaceleración, al margen de los problemas políticos y sociales que viene sufriendo el país.
Por otra parte, el otro gran sector alicantino que más exporta al país de Bolsonaro es el agroalimentario. No obstante, en el caso de las hortalizas los envíos hasta julio han descendido más de la mitad con relación al mismo periodo del pasado año. Sin embargo, los frutos y frutas, ya sean cítricos, melones o sandías, han registrado un aumento del 20,8%. El calzado ha avanzado un 16,7% y las maderas, un 11,2%. Peor suerte ha corrido el plástico, cuyas exportaciones han descendido un 35%. Así, la tendencia a medio plazo de las exportaciones provinciales a Brasil estará marcada por la evolución económica del país y por la política del futuro presidente. «Hay que estar pendiente por si va a concretar medidas proteccionistas», insiste Mazón. El director gerente de la Cámara también apunta que, además de mercado para las ventas, «también puede ser un destino interesante para la inversión, para las empresas que quieran establecer allí delegaciones. Pero el aspecto más importante es que haya seguridad jurídica», añadía.
