Tras desprenderse de la práctica totalidad del ladrillo que acumulaba en su balance el pasado mes de julio - con la venta de cuatro grandes carteras con alrededor de 12.000 millones de euros en activos-, el Banco Sabadell ultima ahora la colocación de su filial inmobiliaria, Solvia, que hasta la fecha había quedado al margen de esta limpieza.

Después de darle muchas vueltas, ya que durante años la entidad presidida por Josep Oliu se había resistido a las presiones del mercado para que vendiera la compañía, finalmente el Sabadell encargó al banco de inversión Alantra la búsqueda de un comprador con el objetivo de tener cerrada la operación a lo largo del próximo mes, según aseguraron fuentes conocedoras de la situación.

De esta forma, la venta contribuirá a reforzar los resultados del banco de cara a final de año, tras los problemas que registró en primavera con su filial inglesa o el impacto que puede tener la decisión del Supremo de cargar a la banca el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Desde el Sabadell han rechazado realizar ningún comentario.

En cualquier caso, lo cierto es que la venta de Solvia ha despertado un notable interés en el mercado, hasta el punto de que el banco ya tendría sobre la mesa al menos tres ofertas de fondos como Intrum o Cerberus. Este último ya fue el adjudicatario de la mayor parte de los activos que el banco vendió en julio, al alzarse con las carteras Challenger y Coliseum, con 9.100 millones en activos, por lo que no sorprende que también quiera quedarse con la firma que se encarga de gestionar y dar salida a estos mismos activos.

Por si esto no fuera suficiente motivo, también hay que tener en cuenta las cifras que presenta la propia Solvia, una de las filiales más rentables del banco. Así, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la firma domiciliada en Alicante y que tiene su germen en la antigua plataforma inmobiliaria de la CAM facturó el año pasado casi 163 millones de euros, con un beneficio neto de más de 29,5 millones. Unos números que pocas empresas pueden exhibir.

La mayor parte de estos ingresos procede de las comisiones por ventas, que le reportaron 73,4 millones, pero Solvia también hizo buen negocio con la gestión de suelos o el mantenimiento de inmuebles. En este sentido, cabe recordar que el Sabadell quiso convertir a Solvia desde un principio en un operador integral, capaz de proporcionar todo tipo de servicios inmobiliarios, desde la venta de los pisos adjudicados a la promoción. Una actividad que este mismo año ha desgajado en una firma independiente, Solvia Desarrollos Inmobiliarios, con cerca de 1.000 millones de euros en suelo, que también ha decidido poner a la venta a través, en este caso, del banco de inversión Rothschild.

Además de los activos del Sabadell, Solvia también es uno de los «servicers» elegidos por la Sareb para liquidar su ladrillo -una gestión por la que en 2017 ingresó 51,4 millones- y trabaja también para promotoras como Neinor. La compañía da empleo a unas 730 personas, de las que alrededor de 400 desarrollan su labor en los centros que tiene en Alicante, en la antigua sede central de la CAM y en Agua Amarga.