El proceso de envejecimiento de la población española provocará que la demanda interna tenga cada vez menos capacidad para tirar de la economía, por lo que ahora más que nunca se hace necesaria que las empresas se planteen su salida al exterior en busca de nuevos mercados. Un salto en el que las nuevas tecnologías y la transformación digital pueden ser muy útiles y contribuir decisivamente a su éxito, si se saben utilizar bien. Así se puso de manifiesto durante la jornada «Go Digital! Claves para la internacionalización, el crecimiento y la productividad de la empresa alicantina» que BBVA organizó ayer en el Club INFORMACIÓN.

Un acto moderado por el director del Club, Toni Cabot, y en el que participaron el director del Segmento Pymes de la Territorial Este de BBVA, Pedro Ramírez; el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso; el CEO de Marcadi Salud, Amadeo Blanquer; su homólogo en 3DIDS.com, Andrés de España Serrano; el director de Zona de Alicante de BBVA, Jaime Rubio; y la directora de Negocio de BBVA Empresas Regional Este, Cristina Domínguez. La clausura correspondió al vicepresidente de la Diputación Carlos Castillo.

Tras la presentación de Toni Cabot, fue el director de Pymes del banco en la Territorial Este el que dio las primeras pinceladas sobre la importancia que han adquirido las nuevas tecnologías al recordar que hasta «el 96% de la transaccionalidad de las empresas en la actualidad ya se realiza por canales digitales» y que el Big Data está permitiendo el desarrollo de herramientas que permiten estar «más y mejor informados, para tomar mejores decisiones».

Unas herramientas que son las que pueden facilitar a las empresas su salida al exterior en mejores condiciones que hace unos años porque, según afirmó, «la diversificación geográfica ya no es una opción», sino un imperativo. Para conseguirlo, eso sí, el ejecutivo de BBVA recalcó que también es necesario que las empresas de la zona crezcan ya que «por cada punto porcentual que incrementan su tamaño, hay un 5% más de probabilidades de que se conviertan en empresas exportadoras».

Cerrar la brecha

En la misma línea, el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, también insistió en la necesidad de aumentar el grado de internacionalización de las empresas de la Comunidad Valenciana -y de toda España, en general-, y en que la digitalización debe ser una «palanca fundamental para conseguir ese objetivo» que, además, puede contribuir a cerrar la brecha en la renta per cápita que aún existe entre nuestro país y las economías más avanzadas, como los Estados Unidos o los países nórdicos. En este sentido, Cardoso señaló que el origen de esta diferencia en el nivel de riqueza hay que buscarlo en la mayor tasa de paro que mantiene España y en la menor productividad de sus empleados.

Dos problemas a los que ahora se suma el envejecimiento de la población, que hará que la demanda interna cada vez contribuya menos al crecimiento de la economía nacional. Así, según sus cálculos, si entre 1994 y 2007 el consumo interno aportaba entre 3,5 y 4 puntos de crecimiento, a largo plazo será de menos de dos puntos.

Ante esta situación, el experto señaló que la mejor opción es la internacionalización de las empresas «para que el sector exterior llegue a ejercer de tractor del empleo». Así, el objetivo sería que las exportaciones de productos y los servicios turísticos llegaran a representar alrededor del 50% del PIB, frente al 35% que aporta actualmente.

Para ello, eso sí, el primer paso debe ser ganar tamaño. Entre otras cosas, porque la reducida dimensión de las firmas españolas es uno de los factores que más lastra la productividad de la economía nacional. Así, Cardoso señalo que los estudios realizados indican que las grandes empresas españolas se encuentran ya al mismo nivel que las compañías de los países más avanzados pero que son las pymes de menos de 10 empleados las que muestran un nivel de productividad un 50% inferior al de sus equivalentes de las economías más avanzadas. Por ello, animó a retirar aquellas regulaciones que frenan el crecimiento de las empresas y reclamó mayor «libertad económica» para que puedan desarrollarse.

No destruye empleo

Llegados a este punto el propio experto lanzó al aire la pregunta: «¿Cómo puede ayudar la digitalización en todo esto?». Pues, como señaló, las nuevas plataformas digitales permiten acceder a nuevos mercados de una forma mucho más sencilla y «de la misma forma que nosotros hemos pasado de comprar ciertos productos en la tienda de abajo, a hacerlo en la web de una firma con sede en otro país, también las empresas españolas pueden buscar a sus clientes en otros países». Del mismo modo, recordó que la digitalización ha favorecido el consumo de productos en los que hace años ni siquiera se pensaba, lo que supone también nuevas oportunidades. Igualmente, rechazó que la digitalización vaya a destruir empleo y recordó que, hasta la fecha, las grandes revoluciones tecnológicas siempre han contribuido a generar nuevas ocupaciones que antes no existían y que han compensado los puestos de trabajo que se destruían. En este sentido, apuntó que son los países con una economía más digitalizada, como los nórdicos, los que presentan las menores tasas de paro.

Por su parte, durante la clausura del evento, el vicepresidente de la Diputación Carlos Castillo recordó que Alicante siempre ha sabido adaptarse a los cambios y que cuenta con uno de los tejidos empresariales más diversificados del país. Fruto de esa capacidad de resistencia, señaló que la provincia cuenta con más de 100 compañías que ya supera el siglo de vida.