De ser en su día uno de los grandes críticos de la extinta Coepa a convertirse en el presidente de la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante (Uepal), considerada a efectos prácticos, en círculos económicos y políticos, como la heredera de Coepa. El presidente de la comisión de comercio de la Cámara y exdirigente de Cepymeval y de Cepyme Alicante, Juan José Sellés, quien precisamente bajo su mandato preparó la modificación de los estatutos de la confederación de pymes alicantinas para que fuera independiente de Coepa, se convertirá esta tarde en el presidente de la Uepal. Lo hará en el marco de una asamblea en la que saldrá elegido por aclamación, sustituyendo así a Miguel Baena, que desde que fue designado ha mantenido un perfil bastante bajo.
Desde que Uepal anunciara hace ya casi cuatro meses la convocatoria de elecciones, se había venido especulando mucho con las dificultades que tenían para encontrar un candidato que pudiera estar a la altura de lo que se buscaba: plantar cara a la CEV. Entre medias, no ayudó que la industrial zapatera Rosana Perán presentara su dimisión como presidenta de CEV Alicante y que, en su lugar, fuera elegido a mediados de septiembre, con un respaldo prácticamente total y absoluto, Perfecto Palacio, expresidente del «lobby» Ineca. Las conjeturas se dispararon justo en un momento en el que, además, la confederación que a nivel autonómico preside Salvador Navarro continuaba pescando en Uepal. Por fichar hasta fichó a la Federación de Obras Públicas en Alicante (FOPA), que, en cualquier caso, mantiene la doble militancia, al igual que Jovempa.
Un mirlo blanco dialogante
En esas se estaba cuando solo unos días después de que Palacio se convirtiera en el presidente de CEV en Alicante se despejaron todos los interrogantes. Uepal no solo había encontrado aspirante, sino que daba la campanada con una especie de mirlo blanco, Juan José Sellés, al que se le alababa su carácter dialogante -más o menos lo que se había vendido unas semanas antes del propio Palacio- y de quien, de forma paralela, se destacaba que había sido un hombre clave en muchos de los movimientos empresariales de los últimos años.
Cuando los actos coinciden
Si hasta entonces la unidad empresarial era bastante inviable, con la designación de Sellés como presidente -al fin y al cabo era el candidato único-, cualquier puente hacia la confluencia entre una y otra organización poco menos que saltaba por los aires. La convergencia era inviable sin más. Y más cuando parece que hubo quien especuló con Sellés como posible recambio de Rosana Perán en su día, algo que, obviamente, quedó en nada. Y más aún cuando en las últimas semanas, casualidad o no, la contraprogramación ha sido la tónica entre una organización y la otra, lo que, en última instancia, significaba hacerle las pascuas al otro. Para muestra, un botón: la firma de la candidatura de Sellés fue el mismo día que la celebración del primer comité ejecutivo autómico de la CEV desde el nombramiento de Perfecto Palacio, que encima se celebraba en Alicante. Ahora la asamblea para designar a Sellés coincide, casi hasta en la hora, con un comité de la CEV en Alicante, algo que no ha caído particularmente bien entre Uepal, y más cuando parece que se invitó a Palacio a que asistiera y se disculpó alegando compromisos laborales. Desde la CEV, en cualquier caso, indican que la presencia del presidente de la CEOE, Juan Rosell, el jueves en un nuevo encuentro del Foro Club INFORMACIÓN-UA-Bankia-CEV, y su posterior presencia en la directiva de la confederación en València cerraban la puerta a la reunión cualquier otro día. Menos ayuda que esta misma mañana Salvador Navarro y Perfecto Palacio estén en la presentación de la Declaración Empresarial por la Ética y el Buen Gobierno en el Palau de la Generalitat, junto a Ximo Puig. No obstante, si la CEV se reúne con el jefe del Consell, Uepal tendrá desembarco de la Diputación en su asamblea de esta tarde.
Buscando un altavoz
En este contexto, el reto de Sellés y su equipo será poder encontrar un altavoz para sus reivindicaciones, pese a que los «autonómicos», como se conoce a la CEV entre algunos sectores afines a Uepal, son quienes tienen la representación en la CEOE, y, por tanto, el acceso a fondos públicos y a la antigua sede de Coepa. Una de las claves a partir de ahora será la adhesión de otros empresarios y colectivos.
¿Sucesión de empresas?
No será el único escollo. El gerente de Bardisa, negocio familiar dedicado a la alimentación, también se enfrenta a la demanda de una quincena de trabajadores despedidos de Coepa, y que no solo reclaman contra la extinta confederación y su administrador concursal, la desaparecida Cierval y su comisión liquidadora o la CEC de Castellón y su administradora concursal. Consideran, y así consta expresamente en una de las demandas a las que ha tenido acceso este periódico y en el escrito dirigido al Servicio de Mediación, que todas las entidades demandadas forman un grupo de empresas de carácter laboral y que hay sucesión empresarial entre Cierval y la CEV, como ya recogió una sentencia reciente, más allá de los efectos que pueda tener y del resultado del recurso presentado. Ahora bien, hay un matiz importante en esos documentos: los empleados despedidos que han presentado la demanda entienden que esa sucesión empresarial también se da entre Coepa y Uepal, y, por tanto, creen que la Unión Empresarial de la Provincia de Alicante sería responsable solidaria de esas cantidades que se adeudan, cercanas a los 300.000 euros. Un desafío más en una carrera que no se antoja fácil, y en la que la paz empresarial parece, cuando menos, complicada. De momento, está por ver si esta tarde el guiño a la unidad y las apelaciones al consenso de las que tanto se ha tirado en las intervenciones públicas se acaban cayendo de los discursos.
