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Importaciones de todo el mundo vía e-commerce

Alicante compra, además de en sus mercados tradicionales, en zonas tan lejanas o singulares como Fiyi, Afganistán, Irak, Laos, Mongolia o Tonga.

Importaciones de todo el mundo vía e-commerce

No hay mercado por pequeño, singular o por lejano que esté en el mapamundi al que ya no se pueda acceder para comprar una lámpara, prendas de vestir, un aparato eléctrico o un artículo de cerámica por un pequeño valor económico. Al margen de las importaciones a mayor escala que realiza el sector empresarial de la provincia, el peso relevante que cada vez está adquiriendo el comercio electrónico a nivel global, está permitiendo que a un golpe de click cualquier particular pueda adquirir un artículo en las antípodas de Alicante, ya sea en Fiyi, Nueva Caledonia (ambas en Oceanía) o en Laos (sudeste asiático) por cantidades que pueden no exceder de los 100 euros. Y las operaciones - empresariales o privadas- que, a nivel de aduana, están consideradas como comerciales quedan registradas en el capítulo de importaciones.

Desde Alicante se han comprado productos de distintos países por un valor de 1.781 millones de euros entre enero y mayo. Un periodo en el que también las exportaciones alcanzaron la cifra de 2.293 millones, por lo que el saldo comercial aún es favorable para la provincia en más de 500 millones de euros. Es decir, Alicante continúa siendo más exportadora que importadora. No obstante, como ocurre en todos los territorios del mundo, la provincia también necesita proveerse del exterior de materias primas o productos que no tiene o de los que es deficitaria para que el engranaje de su economía funcione con el objetivo de poder satisfacer la demanda. Exportaciones e importaciones son la clave bidireccional que marca el comercio exterior.

En el caso alicantino, las grandes cifras de importación tienen como origen los principales y tradicionales mercados abastecedores del sector empresarial. Y en el puesto más hegemónico se sitúa China, a la que Alicante compró hasta mayo productos por más de 404,9 millones de euros. Una cifra que representa el 22% del total de las importaciones a la provincia. Otras grandes zonas de donde se abastece -aunque con registros económicos inferiores a los de China- son Alemania, Francia, Italia o Irlanda, en Europa, o Estados Unidos, entre otros, ya que la lista de los orígenes geográficos de las compras alicantinas al exterior supera los 150 países.

Calzado, plásticos, pieles y frutas

Las principales importaciones que llegan a Alicante las concentran el calzado y sus partes; las materias plásticas; las frutas y frutos sin conservar; las pieles, la maquinaria y los juguetes; además de manufacturas de cuero; vehículos o sus partes; aparatos o material eléctrico y pescados o crustáceos. Todos estos productos conforman el grueso de las importaciones a la provincia, según los datos estadísticos de las Cámaras de Comercio de España.

Ahora, dentro de este amplio abanico de países -y fuera de las grandes rutas de proveedores- a Alicante también entran productos registrados o declarados en aduanas de poco más de una veintena de países muy pequeños, muy lejanos e, incluso, algunos que viven una situación de gran inestabilidad, como sería el caso de Irak, Siria, Yemen, Malí, Territorios Palestinos o Irán, entre otros.

Son unas importaciones que podrían denominarse exóticas y cuya factura económica representa una mínima e «irrelevante» participación en el volumen global de las compras al exterior desde la provincia; y se atribuirían a las compras realizadas a través del comercio online, según advierten desde el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en Alicante. No obstante, las operaciones con estos proveedores singulares, por pequeñas que sean, revelan que el comercio no tiene fronteras. Y menos con la globalización y el significativo avance del e-commerce.

¿Quién antes de la irrupción de esta herramienta digital podía pensar que un día se podrían registrar con Belice, en el extremo noreste de Centroamérica, compras, aunque fueran por pequeñas cantidades económicas? Pues, de enero a mayo, en la aduana han quedado registradas siete operaciones de importaciones a Alicante desde este país por un valor, en conjunto, de 470 euros y que se referían a calzado o prendas de vestir, según reflejan las estadísticas de las Cámaras. También algún o algunos alicantinos han adquirido en este mismo periodo artículos de cerámica, entre otros productos, que han sumado un valor de 1.510 euros y que tenían su origen en Fiyi, islas del Pacífico que se asocian con lo exótico por sus llanuras de origen volcánico y sus resorts vacacionales.

Pero también han entrado con origen en Laos, país del sudeste asiático conocido como «la tierra del millón de elefantes», unas importaciones por valor de 60 euros, concretadas en cinco operaciones de compra de prendas de vestir.

Ropa y aparatos

Y desde las antípodas, en Nueva Caledonia, se han registrado en la aduana entradas a Alicante de manufacturas diversas por 80 euros, al igual que mobiliario de alumbrado desde Sierra Leona (África) por 150 euros o maquinaria y aparataje desde Tonga -un pequeño país de Oceanía, integrado dentro de la Polinesia- por 110 euros. Asimismo, en el Cuerno de África se ha comprado, concretamente en Etiopía, calzado en cuatro operaciones por más de 78.000 euros. Una cuantía superior al del resto de procedencias exóticas que indicaría que el envío se enmarcaría más dentro del ámbito empresarial.

«El comercio electrónico ha aumentado de forma destacada y a través de él se puede comprar no sólo ropa o calzado, sino cualquier tipo de producto», explica Vicente Roncero, director del ICEX en Alicante. Los expertos, no obstante, inciden en que este tipo de importaciones pequeñas «quedan en el terreno de las curiosidades». «Los grandes volúmenes son los que cuentan», subrayan, refiriéndose a las operaciones más habituales en los mercados tradicionales que realizan los sectores empresariales.

En este sentido, China es el principal importador a Alicante y con grandes entradas de calzado. Ahora bien, una parte de los envíos de zapatos desde el gigante asiático tiene marca alicantina y se encuadra en el segmento de gama media-alta. Además, suelen ser fruto de los procesos de multilocalización que inició el sector zapatero hace años.

No obstante, otra parte de la mercancía que entra desde China es calzado local, «pero tiene un precio muy inferior al nuestro de exportación; y se dirigen a otro nicho de mercado, por lo que no es nuestra competencia», subraya Marián Cano, presidenta de la patronal zapatera de la Comunidad (Avecal). Una situación muy similar a lo que le ocurre a los fabricantes de juguetes. Al margen de ello, en la variada importación china también entran sombreros, sombrillas, bolsos materiales plásticos...

Por su parte, en el ámbito de las pequeñas importaciones, hay partidas de pieles que vienen de Mongolia, Kazajstán o Nigeria; otras de cacao, de Gana; manufacturas de cuero, de Filipinas; espartería, de Madagascar; material plástico de Uzbekistán; pescado, de Mauritania,Senegal o Yemen; preparaciones de hortalizas, frutas y también pescados, de Sudáfrica. Asimismo, de Irán o Siria entran pequeñas partidas de piedra natural; de Malí, aparatos o partes relacionadas con la automoción y de Irak, aparataje, al igual que de los Territorios Palestinos.

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