Tras pasarse años pescando entre las aguas revueltas que provocó el estallido de la burbuja inmobiliaria en España, los grandes fondos de inversión internacional empiezan ahora a evacuar la enorme cantidad de activos acumulada durante ese tiempo, al calor de la recuperación que experimenta el sector de la construcción. Uno de los primeros en dar el paso ha sido Blackstone, que el año pasado protagonizaba una de las mayores operaciones inmobiliarias de la historia al quedarse con el ladrillo del Popular -valorado en unos 10.000 millones de euros-, tras la absorción de esta entidad por el Santander.
El fondo estadounidense ha decidido sacar a la venta -a través de Aliseda, la antigua inmobiliaria del Popular que ahora controla- más de dos millones de metros cuadrados de suelo finalista en todo el país y que, lejos de intentar colocarlo en un solo paquete, quiere vender uno a uno a promotores locales.
La operación incluye 13 solares en la provincia de Alicante, que suman más de 100.000 metros cuadrados distribuidos en varios municipios, entre los que destaca Finestrat, donde se venden varias parcelas con 48.000 metros cuadrados. También son reseñables los 10.000 metros de terreno que se ofrecen en Benissa.
En todos los casos, según especifican desde Aliseda, se trata de suelos urbanos y listos para empezar a construir, por los que esperan obtener unos 50 millones de euros. Esto convierte a Alicante en la tercera provincia con mayor volumen de activos de la oferta, tan solo por detrás de Málaga, donde los terrenos a la venta de la antigua cartera del Popular están valorados en 95 millones de euros, y de Barcelona, donde se incluyen solares por importe de algo más de 58 millones.
En el conjunto de la Comunidad Valenciana se ofrecen 160.000 metros, tasados en unos 98 millones. El importe global de la cartera en todo el país asciende a unos 500 millones de euros.
Según las mismas fuentes, los 13 solares a la venta permitirán la edificación de unas 800 viviendas, ya que muchas de las parcelas deben destinarse a unifamiliares.
Un millar de potenciales clientes
La gestora controlada por Blackstone ya ha identificado en toda España a un millar de potenciales compradores que responden al perfil de promotores locales que han retomado la actividad, tras el parón que supuso la crisis. Unos promotores que, en muchos casos, necesitan terrenos para iniciar nuevos proyectos, una vez agotada la cartera que lograron mantener tras el estallido de la burbuja, y que ahora se han convertido en buenos clientes, no sólo de Aliseda, sino de todas las plataformas que se encargan de gestionar los activos que estuvieron en manos de la banca y ahora son propiedad de fondos de inversión o de la Sareb.
