El expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra afirmó ayer, al salir de la primera jornada de su juicio en la Audiencia de Barcelona por los sueldos de la entidad, que «estos sueldos escandalosos no existen» y que todas las decisiones fueron legales y legítimas.

En declaraciones a los medios, al ser preguntado por las retribuciones supuestamente desproporcionadas que se aprobaron, dijo que «estos sueldos escandalosos no existen. El fiscal solo nos acusa del salario del director. No acusa de nada más». El que también fuera ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno socialista de Felipe González admitió que está preocupado: «Sería insólito que una persona estuviera bajo juicio y no estuviera preocupado. Tranquilo y preocupado», subrayó.

El exministro, que se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión por dos presuntos delitos de administración desleal a petición de la Fiscalía, aseguró que demostrará en el juicio que todos los acusados hicieron «lo que correspondía». «Y que muchas cosas, incluso, las vimos antes que otras autoridades, que cambiamos la dirección, que no hay más que decisiones legales y legítimas», añadió. Antes, a su llegada al tribunal por la mañana, Serra ya había afirmado que no se arrepiente de su gestión al frente de Caixa Catalunya: «No me arrepiento, hice lo que debía hace», dijo escuetamente.

La Sección VIII de la Audiencia le ha empezado a juzgar junto a otros 40 acusados por la causa de los sueldos supuestamente desproporcionados de la entidad en los años de mayor crisis económica, de 2008 a 2012.

La próxima sesión, al haberse concluido el trámite de cuestiones previas un día antes de lo previsto en el calendario, será el jueves 11 de octubre con la declaración de Narcís Serra y Adolf Todó.