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Casi un centenar de firmas catalanas se implantan en Alicante desde el 1-O

El Sabadell cumple hoy un año del traslado de su domicilio social a la antigua sede de la CAM sin perspectivas de regresar a Barcelona

El primer consejo del Sabadell en Alicante, con Oliu en el centro. rafa arjones

El Banco Sabadell es la más conocida y la que más expectación mediática generó, pero no es la única. Desde la celebración del referéndum del 1 de octubre del año pasado ya son casi un centenar las firmas que han decidido trasladar su domicilio social desde Cataluña hasta la provincia de Alicante para evitar la incertidumbre generada por el denominado «procés», de acuerdo con los últimos datos del Colegio de Registradores. Una cifra más que significativa pero que, eso sí, no supone más que una pequeña porción del enorme éxodo -aunque solo sea nominal- de alrededor de 3.900 empresas que ha provocado el desafío independentista en total, según las distintas estimaciones publicadas estos días.

Una situación que, además, de momento no tiene visos de revertirse, salvo contadas excepciones, como la de Aguas de Barcelona, la única gran compañía que ha anunciado su regreso a la capital catalana al considerar que la inestabilidad ya había pasado. El resto tiene la intención de seguir donde está, incluido el Banco Sabadell, que hoy cumple un año desde que decidió trasladar su domicilio social a la antigua sede de la CAM, en la avenida de Óscar Esplá de Alicante, y que no ve motivos para un nuevo cambio, según reiteraron ayer a este diario fuentes oficiales de la entidad.

Aunque la mayoría de las firmas que ha abandonado Cataluña a lo largo de este año ha elegido Madrid como destino -la consultora Informa D & B asegura que la capital del Estado ha recibido a 2.344 de las 3.854 empresas «fugadas»-, la Comunidad Valenciana se ha situado como la segunda opción por su cercanía geográfica, cultural y por los estrechos lazos económicos que existen entre ambas autonomías.

Así, en total en este tiempo han formalizado su cambio de domicilio social a la Comunidad 419 firmas, según el Colegio de Registradores. De ellas, 236 se han radicado en Valencia, 87 en Castellón y 96 han elegido Alicante. En la provincia el caso más paradigmático fue el protagonizado por el Banco Sabadell, que meses después trasladó también la sede de su correduría de seguros, Bansabadell Mediación, pero también llegaron a Alicante firmas como Gaes -la multinacional líder en el sector de la corrección auditiva- o multitud de compañías de tamaño medio que aprovecharon los centros de distribución que tenían en la provincia para establecer su nuevo domicilio social. En otros casos, lo que se utilizó fue el chalet que alguno de sus propietarios tenía en la costa. En Valencia, en caso más significativo fue la llegada de CaixaBank, que se instaló en la antigua sede social del Banco de Valencia.

Efecto inmediato

Desde el Sabadell insisten en que la decisión de cambiar su sede social respondió a unas circunstancias muy concretas y de especial gravedad -la posibilidad de una declaración unilateral de independencia llevó a que la cotización de la entidad se desplomara y que se registrara una notable fuga de depósitos de la clientela- y que se adoptó con el único objetivo de proteger a los accionistas y los clientes. Ante esta disyuntiva, la elección de Alicante apareció como la más natural ya que es donde el banco tiene más cuota de mercado y también donde tenía uno de sus tres centros corporativos. Sea como fuere, lo cierto es que, como se han encargado de reiterar en numerosas ocasiones sus máximos responsables, incluido el presidente, Josep Oliu, el efecto del traslado fue inmediato y consiguió cortar en seco el desplome de la acción y la retirada de fondos.

Otra cosa distinta es el impacto que ha tenido este traslado sobre la economía real, que ha sido más bien limitado al tratarse únicamente de un cambio nominal, que no ha implicado el desplazamiento de personal. Aunque es cierto que la celebración de los consejos mensuales o de la junta general de accionistas suponen una inyección de ingresos para los hoteles y los restaurantes de la ciudad, o que la Fundación Banc Sabadell ha multiplicado sus actos, el mayor beneficio para la provincia ha sido el publicitario, al haber colocado de nuevo a Alicante en el mapa financiero y de las grandes firmas del país.

En este sentido, el catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Miguel Hernández de Elche, José María Gómez Gras, reconoce que las expectativas que generó el traslado eran mayores y que se esperaba una mayor capacidad de «arrastre». Pero también recalca que la mejor noticia es que el Sabadell lograra normalizar su situación, dado el enorme volumen de clientes -tanto particulares, como empresariales- que la entidad tiene en la provincia y que se habrían visto afectados si hubiera tenido problemas.

Por su parte, el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, señaló que, «aunque el impacto sea limitado, siempre es una buena noticia que haya empresas que decidan trasladar su domicilio a la provincia» y deseó que hubieran sido más. En el caso concreto del Banco Sabadell, valoró positivamente el «arraigo» de su negocio en la zona, pero le pidió «un mayor esfuerzo para mejorar también su arraigo social».

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