Acabada la campaña turística del verano y las vacaciones de agosto, el empleo en la provincia vuelve a mostrar la cara y la cruz de la estacionalización de los servicios, por una parte, y la reactivación de la industria y la construcción tras el verano, por otra. El pasado mes de septiembre, el paro creció en la provincia en 1.619 personas. Una cifra que representa el 83,62% de los 1.936 nuevos desempleados que registró la Comunidad; y que sitúa el total de personas sin trabajo en la provincia en 148.466. Además, el incremento también supone el peor dato del paro en un mes de septiembre desde 2012. Entonces, la subida del desempleo afectó a 2.458 alicantinos.
La mejoría del empleo en la industria y en la construcción, con descensos del paro en 796 y 690 personas, respectivamente, no pudo compensar el importante incremento del desempleo en los servicios, que suma a su bolsa de paro 3.113 trabajadores en septiembre, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Trabajo. La agricultura también experimentó una ligera mejoría, al contar con 177 parados menos, aunque el colectivo sin empleo anterior suma 169 desocupados. Jóvenes y mujeres que acceden por primera vez al mercado laboral suelen conformar este colectivo, cuyo nivel de ocupación fluctúa dependiendo de la contratación del sector servicios en las temporadas de verano o de Navidad.
A vueltas con la estacionalidad
Precisamente, la finalización de los contratos temporales de la campaña estival en los negocios turísticos es lo que marcó la evolución del desempleo en septiembre. Y los datos «vuelven a poner sobre el tapete la elevada dependencia del mercado de trabajo alicantino de la estacionalidad y de la temporalidad en la contratación, además de la precariedad laboral», añadían la secretaria general de UGT l'Alacantí-La Marina y el responsable de Empleo de CC OO en la misma comarca, Yaissel Sánchez y José María Ruiz Olmos, respectivamente. Los sindicatos advierten del efecto que la estacionalización en el turismo tiene en el mercado laboral e insistían en la necesidad de aplicar políticas que permitan un cambio en el modelo productivo.
Pero, igualmente la patronal autonómica CEV, presidida por Salvador Navarro, alertaba de que «la desestacionalización de la principal "industria" de la Comunidad (el turismo) todavía tiene mucho recorrido; la reforma del modelo económico apenas ha avanzado», aseguraba, al igual que incidía en que «la entrada y el retorno de los colectivos más desfavorecidos en el mercado laboral sigue siendo uno de los grandes problemas pendientes a resolver». Además, los empresarios ponen el acento en que «la ralentización económica es un hecho».
Y es en la afiliación a la Seguridad Social donde más se reflejan los efectos de la estacionalización de actividades del sector servicios, así como el repunte del dinamismo en las manufacturas , el ladrillo, la agricultura, la industria extractiva o el transporte.
Menos cotizantes
Al cierre de septiembre, la provincia registraba otro descenso de cotizantes, con 2.747 inscritos menos que en agosto, aunque la cifra global de 649.023 alicantinos que están cotizando al sistema representa un aumento interanual de 20.403 personas. Actividades como la hostelería y el comercio pierden en un solo mes 4.662 y 3.424 cotizantes, respectivamente, lo que suma un total de 8.086, según los datos de la Seguridad Social. Por contra, la industria manufacturera gana 2.998 y la construcción, 1.071 nuevos inscritos. También las actividades recreativas y de entretenimiento registran 1.242 bajas laborales en septiembre.
En contraste con el aumento del paro, la contratación se reactivó en septiembre en Alicante. El pasado mes, los empresarios generaron 62.215 nuevos empleos, que representan 14.643 más que en agosto y 986 más en variación interanual. Aunque la contratación temporal sigue representando el 86,5% del total de los nuevos puestos de trabajo creados, llama la atención que los de carácter indefinido crecieron un 62,3% (+3.205). Un aumento que los sindicatos atribuyen a «la regulación de la contratación temporal fraudulenta y que la Inspección de Trabajo está intentando atajar, reforzando las campañas de control», señalaba Ruiz Olmos.
