Pasaban 20 minutos de las cinco de la tarde cuando el empresario alicantino Perfecto Palacio se convertía oficialmente en el presidente de la patronal CEV en Alicante. Comenzaba así una nueva etapa en la que la cúpula de la confederación en la provincia quiere abanderar un cambio en las formas y en la estética, para desmarcarse, así, de lo que han venido siendo las organizaciones empresariales en esta provincia en los últimos años. Una renovación que ya se intentó promover en la etapa de Rosana Perán, aunque se vio frustrada por su dimisión prematura, y que ahora se quiere que tome nuevo impulso bajo el mandato de Palacio, que, como la industrial zapatera ilicitana, que, por cierto, no asistió a la asamblea, encarna ese relevo generacional que se buscaba. Una anécdota poco antes de comenzar la asamblea ilustra a la perfección ese cambio que se busca en las formas y en la estética. Unos minutos antes de que arrancara la sesión el presidente de la CEV Comunidad Valenciana se dispuso a salir del auditorio del Business World Alicante para ponerse la corbata. Sin embargo, el todavía candidato le dijo que mejor no se la pusiera, que empezaba una nueva etapa y que ni él mismo la llevaba. La cosa no quedó ahí. Tan vehemente se mostró Palacio que otros empresarios que se habían incorporado en ese momento al corrillo, como Carlos Baño -gerente de Tescoma- o Javier Reina -presidente del Terciario Avanzado- hicieron lo propio. Para ese entonces, en el interior del auditorio muchos empresarios alicantinos se habían quitado la corbata. Sólo se resistió el dirigente de la patronal del metal Fempa, Guillermo Moreno. «En el momento en el que seas presidente me la quito», le espetó. Media hora después, cuando se consumó la proclamación de Palacio, Moreno lo felicitó y cumplió su palabra. La patronal escenificaba ese cambio quitándose la corbata. Un comentario éste que podría interpretarse como machista, si no fuera porque la cifra de mujeres empresarias y directivas sigue siendo bastante minoritario aún.
El respaldo mayoritario que ya habían venido expresando los asociados en los últimos días quedó en evidencia en la asamblea. No hubo unanimidad, pero se consiguió que participaran entre presentes y representados 41 de los 45 vocales, lo que supone el 91% del total. Y todo en un escenario en el que Palacio no sólo se vio respaldado por su presidente autonómico, sino también por seis de los vicepresidentes.
Precisamente Navarro fue el encargado de abrir la sesión con unas palabras en las que trató de subrayar la importancia de la unidad empresarial, algo que, a su juicio, ha conseguido Alicante con una candidatura única apoyada por la mayoría. A partir de ahí, se constituyó la mesa electoral, presidida por la dirigente de Avecal, Marian Cano, y Perfecto Palacio fue proclamado presidente. «Ahora ya no me puedo ir», dijo con retranca cuando se levantó de su asiento para dirigirse al estrado, dando una muestra más del «buenrollismo» en el que se desarrolló todo . Y es que minutos antes de comenzar la asamblea eran varios los que bromeaban con que mejor no dejarlo solo por si se arrepentía y se marchaba antes de tiempo.
Ya arriba de la tarima Perfecto Palacio empezó a hilar una intervención con la que también trató de desmarcarse de otros dirigentes patronales en el tono, aunque en el fondo fuera más o menos cercano a lo que piden otros dirigentes. De entrada, hizo hincapié en que «CEV Alicante es un proyecto provincial de cohesión». Trataba, de este modo, de hacer frente a dos de las cuestiones que más les están reprochando los anti-CEV: que es un proyecto impuesto desde València y que divide. Una cohesión que, según defendió, no debe incluir sólo a los empresarios, sino también a los líderes de opinión y a las instituciones. «Queremos darle la perspectiva alicantina al proyecto, poner en valor la provincia y defender sus intereses, porque eso significa defender los intereses de la Comunidad Valenciana», agregó. Eso sí, apeló a la «infrafinanciación al cuadrado» que padece la provincia, por parte de Madrid y de València, algo que reiteró en su comparecencia ante los medios de comunicación, que se celebró en presencia de todos los asociados asistentes. En ese contexto, Navarro avanzó que el 5 de octubre estarían en una reunión en Murcia, con patronal y sindicatos, para visibilizar una vez más el problema de la infrafinanciación.
«No soy persona de ultimátums y CEV Alicante tampoco debe estar en esa línea, aunque vamos a seguir reclamando lo que es nuestro», señaló Palacio, tratando de desmarcarse por enésima vez de otras organizaciones. «Este va a ser un proyecto de cohesión, y eso significa que las puertas están abiertas para quien quiera aportar granito, granote o una piedra para que esta provincia sea mejor, y eso incluye a todo el mundo, no excluye a nadie, e iremos a las mesas a las que nos llamen para hablar de esto», sentenció, en esa línea, en un claro mensaje lanzado a Uepal.
Una última anécdota. Perfecto Palacio dejó claro que no sólo no es supersticioso, sino que incluso el 13 es su número de la suerte. «Un montón de hitos me han pasado un día 13, hasta nacimientos de hijos, y espero que la elección este día me siga aportando suerte», sentenció. De momento, y para acabar de cerrar la tarde, comenzó a correr entre los presentes la noticia de que la CEV empezaría a usar la antigua sede de Coepa en la calle Orense con carácter inminente. Hasta parece que ya se han cambiado las cerraduras.
