La economía alicantina siguió avanzando a buen ritmo durante el segundo trimestre del año, incluso reduciendo la brecha que la separa del resto del país, pero este impulso no es suficiente para acabar con el principal problema de la provincia: su elevada tasa de paro. Un problema que amenaza con eternizarse si, además, como está ocurriendo, el ritmo de descenso del desempleo se reduce cada vez más.

Así lo han advertido este jueves los responsables del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Inecadurante la presentación de su informe de coyuntura relativo al segundo trimestre del año, en el que también han alertado de la posible fuga de talento que registra la zona, a pesar de la recuperación. "El número de desempleados no se está reduciendo al ritmo que debería y los alicantinos no nos podemos conformar con una tasa de paro del 15,6%", ha señalado el presidente del instituto, Rafael Ballester.

En este sentido, el director de estudios de Ineca, Francisco Llopis ha recordado que al cierre del pasado mes de junio todavía había 144.735 parados registrados en Alicante y, lo que es peor, el ritmo de bajada de este indicador se ha reducido. Así, si en los últimos años se venía registrando una disminución del desempleo de entre el 7% y el 8% anual, con los datos de junio la caída es de menos del 5%. "Así nunca nos quitaremos este problema de encima", lamentó.

Pérdida de talento

En la misma línea, Ineca también ha alertado de los desajustes que se están produciendo en el mercado laboral. Así, ha llamado la atención de la pérdida de población activa entre el colectivo que va de los 20 a los 24 años -"el colectivo con mayor formación", puntualizó su presidente- y entre los mayores de 55 años, los que acumulan mayor experiencia. "Nos preocupa que la experiencia y la formación cualificada no tengan cabida suficiente en nuestro tejido productivo", ha señalado Rafael Ballester, dando a entender que una parte de estos trabajadores estaría abandonando la provincia, a pesar de la recuperación económica, ante la falta de empleo de calidad.

Más allá de este aspecto, los responsables del instituto -en la presentación estaba también el responsable de su Comité de Estudios, Ignacio Amirola- han destacado el impulso que registró el tejido productivo alicantino en la primera mitad del año, con la creación de 2.693 nuevas sociedades mercantiles, y el aumento del tamaño medio de las empresas.

Así, en la parte positiva han resaltado la buena evolución del sector de la construcción, con un incremento del número de viviendas iniciadas del 38% en los primeros cinco meses del año, fruto del aumento de las ventas. En la parte negativa, sin embargo, los responsables del "think tank" alicantino han vuelto a llamar la atención sobre la pérdida de peso de las exportaciones de la provincia en el conjunto nacional -Alicante supone apenas un 1,79% de todas las ventas al exterior del país-, fruto del mayor empuje que se está produciendo en otras provincias.

Igualmente, lamentaron la reducción del número de pernoctaciones de turistas -tanto nacionales (-3,10% en junio), como internacionales (-1,08%)-, que, a su juicio, debería reabrir el debate entre "cantidad y calidad" en el sector.