El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, reconoció ayer los errores cometidos por la entidad que dirige en lo que respecta a la comercialización de las preferentes, pero aseguró haber resuelto la situación de la forma «más satisfactoria». En su intervención ante la comisión de investigación del Congreso relativa a la crisis financiera de España, el primer ejecutivo del banco catalán subrayó que ninguno de sus clientes perdió su inversión, sino que más bien ganaron «mucho dinero». «Otros bancos no pueden decir lo mismo», apostilló.

Según Gortázar, los clientes minoristas que se hicieron con preferentes de la entidad y con una notable antigüedad han recibido rentabilidades de entre un 20% y un 36%. «Hemos dado un rendimiento muy importante a los clientes, incluso para los heredados de Banca Cívica que tenían en sus manos este tipo de productos», afirmó. Asimismo, el banquero añadió que las emisiones de las nuevas preferentes solamente se comercializan en mercados institucionales, y no entre minoristas ni clientes propios.

Por otro lado, Gortázar rechazó la posibilidad de regresar a Cataluña como ha decidido recientemente Agbar, y aseguró que el traslado fue la única solución posible ante la pérdida de confianza por la inestabilidad política.