Manuel Ruano se jubila y deja la dirección de operaciones y la presidencia de Aludium- perteneciente al fondo norteamericano Atlas- tras 15 años en la planta de aluminio en Alicante, a donde llegó proveniente del sector del automóvil y cuando la factoría aún formaba parte de la multinacional estadounidense Alcoa. A los 62 años se retira, «pero para estar a un lado» -según dijo-, ya que desde mañana, 1 de septiembre, formará parte del consejo de administración de Atlas-Aludium en uno de los cuatro puestos de consejero independiente y para encargarse de las estrategias de inversiones y manufacturas del grupo.

Una responsabilidad que asume pero que no le es ajena, ya que, en realidad, son competencias muy similares a las que venía desarrollando desde la formación de Aludium en 2015. De hecho, cuando hace unos meses se produjo una vacante en el consejo de administración, ya se vio que Ruano «cumplía perfectamente con el perfil que buscábamos», según explicaba ayer Arnaud de Weert, consejero delegado de la multinacional, quien le acompañó en la rueda de prensa en la que anunció su jubilación y su nuevo cargo. El cambio no afectará a la dinámica de las tres plantas de la empresa (Alicante, Amorebieta, en el País Vasco, y Castelsarrasin, en Francia) ni a la estrategia del grupo.

Ahora, «hasta encontrar un sustituto adecuado», según la compañía, las actividades del área comercial las asumirá el propio Arnaud de Weert, y Michael Wallis, miembro del consejo de Aludium desde 2015, actuará como presidente interino. Ruano inicia una nueva etapa, tras haber supervisado en los últimos años -desde el lanzamiento de Aludium, con su incorporación al grupo del fondo inversor norteamericano Atlas Holdings en enero de 2015- un amplio programa de inversiones. Un periodo de casi cuatro años en el que la compañía ha invertido «más de 60 millones», cuantificó Ruano, y que le ha permitido aumentar la capacidad de producción y la cartera de clientes, así como innovar con nuevas líneas de productos. Pero, «sobre todo, hemos ganado credibilidad en el mercado», subrayó el todavía presidente de Aludium, un grupo que cuenta con 1.074 trabajadores de plantilla, de los que 387 se encuentran en Alicante, donde se ubica la sede central de la compañía de aluminio.

Según destacaba ayer el grupo, el trabajo de Ruano en los tres últimos años «ha permitido a Aludium mejorar drásticamente su rentabilidad, sus registros en seguridad y su sostenibilidad, al mismo tiempo que se ha convertido en uno de los proveedores líderes de aluminio en los mercados especializados». Su principal cliente está en Europa, con gran peso en Alemania, aunque suministra aluminio laminado a Chile, Oriente Medio o Canadá e, incluso, a Asia.

Aumento de producción

Su producción se centra en el aluminio laminado para construcción y proyectos de arquitectura, la industria (automoción y transporte) y los productos especiales para los sectores del embalaje o la cosmética. El aumento de producción se ha ido concretando ejercicio a ejercicio desde el lanzamiento de Aludium. Y este año se prevé alcanzar las 71.000 toneladas, «nueva cifra récord», señalaba Ruano. Un volumen que entre 2019 y 2020 subiría hasta las 76.000 toneladas, tras los nuevos retos de renovación de maquinaria que afronta el grupo. Además, Aludium contempla la reapertura del área de fundición en la factoría alicantina y otra en la de Amorebieta. Proyectos que están en marcha y que forman parte de la última parte del plan estratégico diseñado por Ruano.

El aumento de la capacidad de fundición será una realidad a partir de diciembre, después de invertir unos 7 millones para recuperar esta línea en la planta alicantina, que se abandonó a raíz de la crisis, en 2009. Y, ahora, va a pasar a producir unas 30.000 toneladas al año. Junto a la línea en Alicante, en la planta de Amorebieta se han invertido 25 millones en el área de fundición, que desde marzo de 2019 aumentará de las 115.000 toneladas de ahora a 195.000. Ruano destacó que la inversión en la fábrica vizcaína permitirá contar con una tecnología pionera en España tanto por la sostenibilidad como por el alto grado de eficiencia, y posibilitará empezar a realizar suministros a varios sectores industriales de Estados Unidos, lo que a su vez obligará a variar el «portfolio» de la factoría vasca.

Nuevos proyectos

Con ambos proyectos, Aludium alcanzará un mayor grado de autonomía de la materia prima, y lo hará a partir de material reutilizado, sobre todo chatarra. El todavía presidente del grupo de aluminio subrayó que el consumo energético de fundición por tonelada es 15 veces inferior, si se trata de materia reciclada. La puesta en marcha de las líneas de función supondrá el aumento de la plantilla de cerca de una veintena de personas.

Por otra parte, los otros dos retos que deja en marcha Manuel Ruano para la planta de Alicante son la renovación del laminador de entrada, el cambio de la línea de aplanado y desengrase y la compra de una nueva máquina cortadora para productos de alto valor añadido (cosmética y brillo). En conjunto representan una inversión de 3 millones de euros y, asimismo, está previsto que entren en funcionamiento en diciembre.

En su despedida, Ruano también se mostró satisfecho de que en el último año «se ha registrado "cero" accidentes laborales en las tres fábricas». Además, añadió que la planta de Alicante está pendiente de un posible acuerdo comercial con clientes para multiplicar por cinco su producción para cápsulas de café. En Alicante se fabrican ahora unas 500 toneladas de este tipo de tapas al año, entre 30 y 40 toneladas mensuales.