En lo que va de año, la contratación a tiempo parcial supera el 40% del total de los nuevos puestos de trabajo generados cada mes -de enero a julio-, alcanzándose el máximo del 46% en julio, según los datos recogidos de las estadísticas del Servicio Valenciano de Empleo y Formación.

La contratación temporal y también la jornada a tiempo parcial «han sido fórmulas habitualmente utilizadas en las actividades del sector servicios para reforzar las plantillas, sobre todo en las épocas de mayor afluencia turística en la provincia, pero ahora se ha extendido a otros meses. Y ese abuso solo trae como consecuencia una precarización del empleo», aseguraba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Una de las primeras advertencias que lanzan los sindicatos sobre el aumento del empleo por horas es que, «en realidad, hay jornadas completas escondidas en contratos a tiempo parcial», denunciaba José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. Las organizaciones sindicales viene advirtiendo hace tiempo sobre el «abuso» de la modalidad de la contratación a tiempo parcial, «cuando, al final, se tiene al trabajador empleado a tiempo completo pero esas horas no se cotizan», añade Yaissel Sánchez. «Con demasiada frecuencia, la jornada real es muy superior a la que marca el contrato, lo que supone una reducción de ingresos de la persona empleada y una reducción de cotizaciones. Y eso, a su vez, representa una reducción en las futuras prestaciones y en las pensiones a medio y largo plazo», apostillaba Ruiz Olmos.

Así, los sindicatos reclaman a la Inspección de Trabajo que refuerce los controles sobre este tipo de contratación «para evitar posibles fraudes y sancionarlos, en su caso», añadía Ruiz Olmos. Pero, asimismo, las centrales inciden en que la mayor utilización de esta modalidad se ha producido desde la reforma laboral de 2012 y que, mayoritariamente, las jornadas parciales las realizan mujeres, «lo que supone un empobrecimiento de su economía»,según Olmos, quien añade que el contrato a tiempo parcial «se fomentó en su día para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar, pero esta no ha llegado a hacerse realidad». Por contra, «su abuso está precarizando más el empleo de las mujeres. Y, en general, lo que supone es un aumento de la carga de trabajo para los trabajadores».