La mejora de la economía ha impulsado el empleo y ha reducido las cifras de paro en los últimos años en España y en la provincia. Una circunstancia que se ha evidenciado en los distintos tipos de contratación, incluida la indefinida. Los 6.040 nuevos puestos estables creados en la provincia en julio representan un 17% más que los 5.160 cuantificados en el mismo mes del año anterior. No obstante, la contratación indefinida aún sigue arrojando tasas inferiores en relación a la de carácter temporal. En julio pasado solo representaba el 8,5% de los más de 70.700 nuevos empleos creados en el mes en la provincia.
Para fomentar el trabajo estable, la Administración viene lanzando distintos programas de ayudas con el fin de impulsar este tipo de contratación, especialmente entre los colectivos que más han sufrido la crisis o que suelen encontrar mayores dificultades para entrar o reincorporarse al mercado laboral.
Sin embargo, este tipo de contratación bonificada, «es mínima o residual», según advertía José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo de CC OO en l'Alacantí, tras analizar los últimos datos oficiales. Estos reflejan que en el acumulado del año -de enero a julio- los nuevos empleos indefinidos que se crearon con subvenciones alcanzaron la cifra de 2.075, que apenas significan 57 más (+2,8%) que en el mismo periodo de 2017 y un 5,5% en relación a los 37.220 nuevos empleos fijos generados entre enero y julio de este año, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe) y del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef).
Colectivos afectados por el paro
Para Ruiz Olmos «la contratación bonificada no crea empleo. En todo caso, ayuda a la contratación de algunos colectivos con dificultades de inserción laboral. En la provincia, de los 2.075 nuevos puestos fijos bonificados, 990 se destinaron a mayores de 45 años (en empresas de más de 50 trabajadores), que suponen el 47% del total; y 359 a jóvenes menores de 25 años. Ambos colectivos son dos de los más afectados por el desempleo durante el periodo de crisis. Otros grupos a los que se suelen destinar este tipo de contratos son a los de personas con alguna discapacidad, entre otros. Y también son frecuentes en las conversiones de contratos indefinidos. Desde CC OO señalan de que todavía hay más colectivos que podrían beneficiarse de este tipo de contrataciones, lo que «evidencia el fracaso de una política activa de empleo», según denuncia Ruiz Olmos.
Por otra parte, en los últimos cuatro años los nuevos puestos de trabajo estable bonificados han registrado una evolución al alza. De los 826 cuantificados entre enero y julio de 2014 en la provincia se ha pasado a los 2.075 actuales. En este periodo ha ido experimentando ligeras subidas.
Modernizar las modalidades
En el año 2016 se superó la barrera de las mil contrataciones y en pasado año la de los 2.000. No obstante, Ruiz Olmos enmarca este progresivo incremento a la mejoría del empleo debido a los nuevos tiempos de recuperación económica. «A partir de la precarización que impone la última reforma laboral de 2012 (siguiendo los pasos de la anterior), la contratación -la total y la bonificada- empieza a mejorar su estadística, gracias al abaratamiento del despido y la imposición de condiciones de trabajo que rebajan los derechos de las plantilla», añade el dirigente sindical de CC OO. Para este sindicato, la contratación bonificada debe modificarse dentro del diálogo social. Ruiz Olmos considera que para que sea más efectiva tiene que haber «un nuevo marco de modalidades, ya que el actual está muy deteriorado por las reformas laborales de los gobiernos anteriores. La contratación debe modernizarse con criterios de empleo de calidad, con derechos y potenciando su papel en el fomento de la inserción laboral.
