El sindicato UGT reclama la regulación del derecho de los trabajadores a la desconexión digital por ley, y plantean incluirlo tanto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, como un derecho más, como en la ordenación del tiempo de trabajo, ya existente en el Estatuto de los Trabajadores. UGT ha señalado que su petición apela a un proceso de «diálogo social» en el que no exista perjuicio del «relevante» papel que pueden jugar los convenios colectivos, cruciales a la espera de una «necesaria» intervención legislativa.

El sindicato considera que agosto es, para muchos empleados, el mes «más esperado». Y recalca que, año tras año, resulta cada vez más «complicado» para ellos desconectar del ámbito laboral y que es más habitual «encontrarnos a personas atendiendo, en cualquier momento y en cualquier lugar, un mensaje, una llamada de trabajo o un correo electrónico, con el móvil, la tablet o el ordenador, compartiendo espacio con la sombrilla y la toalla».

Según advierte el sindicato que lidera Pepe Álvarez, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC's), aunque facilitan el proceso de trabajo, también difuminan la frontera entre la vida profesional y la vida personal.

Respetar el tiempo de descanso

UGT incide en que algunas empresas no respetan los tiempos de descanso de los trabajadores lo que, unido al temor de estos a la pérdida del puesto de trabajo, dificultan o hacen «imposible» esa desconexión «tan necesaria» para poder afrontar de nuevo el trabajo cotidiano pasado el periodo estival.

Además, la central sindical denuncia que esta disponibilidad «permanente» conlleva riesgos psicosociales e incrementa los niveles de estrés. «Ya se está hablando de nuevas patologías como el «tecnoestrés» o la «nomofobia» (miedo a salir de casa sin el teléfono móvil) u otras derivadas del uso continuado y no racionalizado de las nuevas tecnologías», señala UGT.

En paralelo, la organización sindical destaca que los riesgos psicosociales se han convertido en los últimos años en una «importante fuente de siniestralidad laboral», tanto en España como en Europa y que la frontera entre la vida laboral y la privada debería estar «clara» y encontrarse regulada por la ley del «derecho a la desconexión» cuando se termina la jornada de trabajo o en los periodos necesarios de descanso.