Bancaja imitó en Hungría y Rumanía el modelo de inversión de activos inmobiliarios de México con Grand Coral y causó otro agujero a sus cuentas de cerca de 80 millones, según consta en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico. La caja compraba junto al empresario Vicente Cotino a través de la firma Share Capital suelos agrícolas a 60 céntimos el metro cuadrado y los hipotecaba por 24 euros. Share Capital adquirió por 7,2 millones una torre en la ciudad húngara de Pecs para montar un hotel y el inmueble ha sido demolido por el ayuntamiento por su mal estado. La firma también compró suelo para un circuito de moto GP valorado en cien millones y que ha sido descartado por las autoridades húngaras. Además, la empresa se hizó con suelo para uso residencial, comercial y logístico que una década después continúa teniendo la calificación de agrícola. Un juez de València investiga las responsabilidades penales del caso.

Vicente Cotino se alió en 2007 con el polémico empresario húngaro Janos Kovacs Bence (al que nombró consejero en Sedesa Eastern Europe SL) para acometer las inversiones en Europa del Este junto a Bancaja. Bankia instó en 2015 el concurso de acreedores de Share Capital para tratar de recuperar algo de la inversión. Share Capital se constituyó a finales de 2006 con el objetivo de invertir en países de Europa del Este a través de sociedades dependientes ubicadas en Hungría y Rumanía. El objetivo al constituirse como grupo era la adquisición de suelos para destinarlos a la promoción inmobiliaria. Las filiales del grupo adquirieron suelos para uso residencial, industrial y logístico con una superficie total de 218 hectáreas en Hungría junto a las principales autovías del país, así como 6 hectáreas en Rumanía. Los terrenos están en las ciudades húngaras de Savoly, Paty y Pecs, y en la localidad rumana de Odorhei. Todos los suelos se encuentran actualmente sin desarrollar (y en algunos casos sin recalificar) ya que las filiales no llegaron a iniciar los proyectos en los terrenos adquiridos.