n El indicador del paro en la provincia arroja una primera radiografía por sexos en la que se aprecia cómo el desempleo afecta más a las mujeres que a los hombres. Los últimos datos del desempleo correspondientes al mes de julio, publicados el jueves por el Ministerio de Trabajo, reflejan que de los 143.509 alicantinos parados, 58.415 son hombres y 85.094 son mujeres, es decir, el 59,2%.

Y si la comparativa se traslada al terreno de los perceptores de prestaciones por desempleo, especialmente las mínimas, como la Renta Activa de Inserción (RAI), el porcentaje de mujeres aún es superior. «El 60,51% de los 9.216 beneficiarios totales de este subsidio son paradas y de ellas, el 18,16% (1.013) cobran esta prestación por ser víctimas de violencia de género», según incide Yolanda Díaz, responsable de Empleo de UGT en l'Alacantí-La Marina. Por otra parte, en el análisis realizado por el sindicato sobre los últimos datos sobre prestaciones de paro -correspondientes al mes de junio, último dato computado-, también hay otro colectivo, como el de los desocupados de más de 55 años, con gran peso en este indicador.

De hecho, de entre los más de 67.945 beneficiarios de alguna ayuda de paro, el 34,37% (23.354) rondan esa edad. «Y, además, gran parte de estos desempleados percibe los subsidios asistenciales», añadía la representante de UGT. Para los dos sindicatos mayoritarios, ante estas situaciones «resulta imprescindible reforzar las prestaciones por desempleo. La tasa de cobertura, actualmente se sitúa en el 46,94%. Hay que aumentar el grado de protección, emprendiendo la derogación de los cambios normativos implantados por el Gobierno del PP en el sistema de prestaciones por desempleo -contributivas y asistenciales- en cuanto a las condiciones, criterios de acceso, tiempo de duración y cuantías, entre otros aspectos», señalaba Yolanda Díaz.

Al igual que la representante ugetista, desde CC OO, José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación del sindicato en l'Alacantí-Les Marines, también saludaba el pasado viernes las mejoras introducidas por el Gobierno en el Programa de Activación de Empleo (PAE). Pero, al mismo tiempo, exigía una reforma «más estructural del sistema de protección a personas sin empleo; que lo recomponga de tal manera que tengamos un modelo más garantista que estimule el retorno al mercado de trabajo, que facilite medidas de orientación laboral y que alcance a un número mayor de personas», añadía Ruiz Olmos.