Desde el pasado 5 de julio los trabajadores que tengan un hijo pueden acogerse al nuevo permiso de paternidad de cinco semanas, una medida largamente deseada por las organizaciones sindicales, con la que se trata de fomentar la corresponsabilidad entre sexos a la hora del cuidado de los menores. Y es que, 11 años después de la aprobación de la Ley para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres, la situación dista mucho del objetivo que se marcó y siguen siendo la población femenina la que carga casi en exclusiva con las obligaciones derivadas de atender el hogar familiar, en la mayoría de los casos, a costa de sacrificar sus carreras.
De esta forma, la prolongación del permiso de paternidad intenta compensar el fracaso que han supuesto los cambios legislativos para permitir que las bajas de maternidad -las que tienen una duración de 16 semanas- pudieran compartirse o disfrutarse indistintamente por ambos progenitores. Una medida que apenas ha encontrado eco.
Así, por ejemplo, de los 9.034 procesos de maternidad registrados el año pasado en la provincia de Alicante, apenas 108 fueron disfrutados por el padre, es decir, tan solo un 1,2%, de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo facilitados a este diario por CC OO. De ahí que el objetivo sea lograr que ambos permisos -el de paternidad y maternidad- se iguales y sean ambos intransferibles. Una propuesta que ya ha recibido el visto bueno inicial del Congreso pero a la que aún le queda un largo proceso hasta ser efectiva.
Hasta la familia política
En cualquier caso, aunque se trata de un paso importante, la medida no acabará ni mucho menos con la discriminación que sufren las trabajadoras, como advierten las organizaciones sindicales, ya que la crianza de los hijos se prolonga mucho más allá de estos primeros meses y a ella suele sumarse el cuidado de otros familiares. «Las mujeres no sólo siguen cargando casi en exclusiva con la responsabilidad de los hijos o la atención a sus mayores, es que incluso se acaban haciendo cargo de la familia política», apunta la responsable de Igualdad de UGT en l'Alacantí y La Marina, Yolanda Díaz.
Los datos que aporta son rotundos. A pesar del tiempo transcurrido desde la aprobación de la Ley de Igualdad, tan sólo el 5,3% de las excedencias solicitadas el año pasado en la Comunidad para el cuidado de descendientes fueron de trabajadores masculinos. Y en el caso de los permisos para hacerse cargo de otro tipo de familiares, sólo supusieron el 17,5%.
Igualmente, de todos los trabajadores que se ven obligados a trabajar a tiempo parcial para hacer frente a las obligaciones del hogar, sólo un 4,79% son hombres, según apunta la secretaria de Igualdad y Formación de CC OO en l'Alacantí-Les Marines, María Candelas.
En cuanto a las causas, Candelas señala que las mujeres suelen tener «menos salario que los varones a causa de la brecha salarial y la brecha laboral y por ello se queda en casa la persona menos lesiva para la economía familiar», una decisión con la que, según recalca, «se siguen perpetuando esas brechas». Pero, sin duda, la sindicalista asegura que el problema principal sigue siendo el cultural, y una sociedad que todavía carga a las mujeres con estas tareas casi en exclusiva.
Por ello, considera «imprescindible que las medidas de conciliación vayan siempre acompañadas de medidas de fomento de la corresponsabilidad», es decir, de algo que incentive a que los varones también se animen a solicitarlas. Una reflexión que comparte plenamente su homóloga en UGT que recuerda, por ejemplo, los pasos que se han dado en este sentido en algunas administraciones, como el dar prioridad a la hora de escoger vacaciones a quienes han solicitado reducciones de jornada para el cuidado de hijos o familiares.
En la misma línea, también la responsable de la Unidad de Igualdad de la Universidad Miguel Hernández, María José Alarcón, señala que ya no se puede hablar de «conciliación sin hablar de corresponsabilidad» ya que, de otra forma, «no habrá nunca igualdad entre hombres y mujeres y, además, es una forma de retener el talento». Así, asegura que ya empieza a haber empresas que animan a los hombres a que ellos también asuman la conciliación, sobre todo las empresas más punteras. Algunas, por ejemplo, dan días adicionales cuando es el padre el que toma la baja de maternidad.
