El Banco Sabadell ya ha logrado desprenderse de la inmensa mayoría del lastre inmobiliario que recibió al quedarse con el negocio de la CAM. En concreto, tras las últimas ventas de carteras aprobadas este mismo mes de julio, el volumen de activos que permanecen en el balance de la entidad acogidos al Esquema de Protección ha quedado reducido a tan solo 3.712 millones de euros. Es decir, apenas un 15% del volumen inicial de 24.600 millones que se incluyó en este mecanismo, que financia el Fondo de Garantía de Depósitos y que tiene por objetivo ayudar a la entidad a cubrir las pérdidas derivadas del ladrillo heredado de la extinta caja alicantina.

Así consta en la información que el propio Sabadell publicó ayer con motivo de la presentación de sus resultados semestrales, que disminuyeron un 67,2% -hasta los 120,6 millones de euros-, por las dotaciones realizadas para cubrir la venta de las citadas carteras y los problemas ocasionados por la migración informática de su filial en el Reino Unido, el TSB.

A pesar de que esto supone sacrificar la mayoría de las ganancias del semestre -una decisión que la Bolsa castigó ayer con una caída del 2,99% en la cotización de sus acciones-, desde la entidad insisten en los beneficios de la drástica reducción de activos problemáticos que han conseguido -entre los procedentes de la CAM y los propios del Sabadell se han colocado 12.200 millones- lo que permitirá elevar sustancialmente su rentabilidad a partir de ahora. En el banco lo asemejan a «parar para tomar impulso».

En cuanto a los activos que aún quedan del EPA, el Sabadell destaca que la mayor parte son créditos que están al corriente de pago -2.074 millones-, lo que significa que no solo no generan pérdidas sino que, por el contrario, aportan al negocio. De esta forma, el banco ya sólo considera «problemáticos» unos 918 de ese total de 3.712 millones restantes en este mecanismo, aproximadamente una cuarta parte.

Impulso al negocio en Alicante

Más allá de esta limpieza de balance, el Sabadell destaca que la evolución del negocio púramente bancario ha funcionado notablemente bien en esta primera parte del año, con incrementos del 3,7% en el volumen de crédito vivo, o un aumento del 2,8% en la captación de recursos de clientes. Una evolución que ha propiciado que el beneficio neto recurrente se haya disparado un 24,4%, hasta los 456,8 millones de euros. Del mismo modo, las cifras también han sido buenas en Alicante -donde el banco tiene su sede social desde octubre del año pasado- y en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Así, en este primer semestre del año la entidad ha captado 27.372 clientes en la provincia y 63.945 en el conjunto de la Territorial Este (que incluye también a Baleares y Murcia). Además, ha elevado un 27,2% la concesión de hipotecas, hasta las 1.781 en Alicante (3.903 en la territorial); ha concedido 2.885 millones en nueva financiación a empresas y particulares (casi 6.700 millones en toda la zona); y ha aumentado un 18,7% los préstamos al consumo, cuyo importe sumó 95,8 millones (248,1). Unas cifras que también han ido acompañadas por un incremento, por ejemplo, en la contratación de fondos de inversión y otros productos.

Rechazo al impuesto a la banca

Por otra parte, el consejero delegado del Sabadell, Jaume Guardiola, se sumó a las críticas del sector contra el nuevo impuesto a la banca que estudia Pedro Sánchez y reclamó al Gobierno que «no meta más presión» a las entidades, informa EFE. Además, dijo estar dispuesto a «convencer a quien haga falta» de que una medida de este tipo no tiene sentido económico. Guardiola advirtió de que este nuevo tributo impactará en los beneficios del sector y lo hará menos atractivo para los inversores, lo que podría acabar «estrangulando» el crédito ante la imposibilidad de captar el capital necesario para continuar prestando al mismo ritmo al que crezca la economía.