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La banca se revuelve contra Pedro Sánchez

Las entidades financieras, que aportan el 3% del PIB, alzan la voz contra el endurecimiento de la fiscalidad que pretende el Gobierno

Dolores Dancausa. efe

Dolores Dancausa es una mujer de voz pausada, que dice lo que piensa, sin preocuparse en exceso de si es políticamente correcto, como demostró ayer. La consejera delegada de Bankinter verbalizó lo que la banca española tiene en la cabeza: el rechazo frontal al endurecimiento de la fiscalidad del sector que pretende realizar el Gobierno de Pedro Sánchez.

Exigir un impuesto es una iniciativa «absolutamente injusta», dijo Dancausa. Sería, además, una herramienta «de patas cortas» porque el sector «no lo aguanta todo. Ya tenemos bastantes retos que afectan al negocio y a la rentabilidad, como la mayor carga regulatoria o los bajos tipos de interés. Son desafíos suficientes como para que nos pongan más», informa Europa Press.

La justificación del Gobierno, que sostiene que con este impuesto financiará necesidades de calado como las pensiones y que será una justa contraprestación por las ayudas recibidas, tampoco es compartida por Dancausa ni por los demás banqueros. Consideran que es una simplificación «absolutamente errónea».

El consejero delegado de Bankia, José Sevilla, coincidió ayer con Dancausa y defendió que la fiscalidad del sector debería ser europea y que, en todo caso, un impuesto solo a los bancos españoles y no a otras actividades sería «discriminatorio». En esta misma línea se pronunció también ayer el consejero delegado de Abanca (antigua Novacaixagalicia), Francisco Botas, quien recordó que la banca, pese a aportar «poco más del 3%» del PIB, tiene un papel clave al financiar a la economía real. «En el entorno actual creemos que tenemos que ser muy cuidadosos» y velar «por la buena evolución de la economía y de la generación de empleo», afirmó Botas, 24 horas después de que el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, advirtiera de que el banco podría cambiar su estructura legal por el impuesto. Santander básicamente rechaza la doble imposición (ya paga impuestos en el extranjero por sus filiales) y sostiene que podría incluso cambiar de sede.

Hoy se pronunciarán las otras tres grandes voces, CaixaBank, BBVA y Sabadell, que presentan sus resultados semestrales. Sus opiniones estarán alineadas con las pronunciadas esta semana por sus competidores, unas críticas que han molestado al Gobierno. La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, dijo ayer que aún no hay una propuesta sobre la mesa, por lo que es prematuro adelantar acontecimientos.

En cualquier caso, el impacto económico de esta medida para las arcas públicas y para la propia banca está por ver, hasta que se defina. Tampoco se sabe (aunque se pueda intuir) si la banca repercutirá el gravamen al cliente.

El antecedente más cercano a este impuesto está en Reino Unido, donde David Cameron instauró una tasa a las entidades para recuperar parte de las ayudas de 2008. Según E xpansión, las perspectivas son recaudar cerca de 39.000 millones de libras (43.600 millones de euros) en los doce primeros años de vigencia.

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