El inicio de la campaña turística no decepcionó y volvió a marcar un fuerte descenso del paro en el provincia de Alicante. Según los datos de la Encuesta de Población Activa conocidos este jueves, el número de desempleados de la provincia se redujo en 25.200 personas durante el segundo trimestre del año, hasta rebajar el total de desocupados a 138.300, la cifra más baja de los últimos diez años.

En concreto, habría que retroceder hasta el verano de 2008 para encontrar un número de parados más reducido en la provincia aunque, eso sí, entonces el número de ocupados era mayor. De esta forma, la tasa de paro se sitúa en el 15,60% de la población activa, 2,7 puntos menos que en el trimestre anterior y muy alejada ya de los máximos de hasta el 30% que llegó a marcar durante la crisis. No obstante, a pesar de la buena evolución, este indicador aún se sitúa algo más de tres décimas por encima de la media nacional.

En cuanto a lo motivos de este descenso, una parte hay que buscarlo en la reducción del número de activos, es decir, de la cifra de personas de alicantinos en edad de trabajar y que está dispuesto a hacerlo, que se redujo en casi 7.000 por el aumento de la cifra de jubilados y de estudiantes. Un dato que no suele ser bien acogido por los sindicatos, que lo ven como una debilidad del mercado de trabajo.

Sin embargo, la inmensa mayoría de la caída del paro se debió al incremento del empleo. En concreto, el número de ocupados de la provincia aumentó en 18.200 personas entre los meses de abril y junio, hasta alcanzar las 748.100. Se trata de un aumento muy significativo y mayor que el registrado en el mismo periodo de 2017 -cuando se crearon 12.900 puestos de trabajo- pero no se ha batido el récord absoluto de nuevos empleos, como sí ha ocurrido a nivel nacional, donde el trimestre se cierra con 469.900 ocupados más, según el Instituto Nacional de Estadística.El tirón del turismo

Como era de prever, casi un 90% de los nuevos puestos de trabajo se concentraron en el sector servicios, donde se incluye el turismo, el auténtico motor del mercado laboral alicantino. Así, el número de ocupados en este sector aumentó en 25.200, mientras que la agricultura dio trabajo a 3.100 personas más y la construcción contrató a otros 200 obreros.

Por el contrario, se produjo un descenso notable en la cifra de ocupados en la industria, que se redujo en 10.400 personas, según las mismas fuentes.