n Tras su renuncia a la presidencia del consejo de la CEV en Alicante, todavía no está claro si la ilicitana Rosana Perán continuará en el resto de cargos que ostenta en representación de esta patronal, entre ellos, el de vocal del comité ejecutivo de la Cámara de Comercio. Perán aseguró ayer a este diario que será hoy cuándo tome una decisión, durante la reunión del comité y la junta directiva de la CEV en la que, según afirmó, pondrá este cargo a disposición de la organización.

Sin embargo, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, señaló ayer que es la vicepresidenta de Pikolinos quien debe tomar la decisión -debe ser ella quien dimita- y que, en todo caso, su postura será la de pedirle que siga, siempre que pueda atender las obligaciones que comporta. Al respecto, hay que recordar que Rosana Perán justificó su decisión de abandonar la presidencia del consejo de la CEV por los nuevos proyectos que va a emprender en su compañía. Sin embargo, señaló que no abandona del todo la organización donde, por ejemplo, también es una de sus representantes en la asamblea de la CEOE.

En cualquier caso, lo cierto es que la marcha de Perán supondría un revés para la Cámara de Comercio, que en unos días vería retroceder los tímidos avances que hizo en pro de la igualdad de géneros en las últimas elecciones. Y es que la posible renuncia de la ilicitana se sumaría a la que ya anunció este lunes la presidenta de Asociación Provincial de Hoteles, Isabel González, que ha sido destinada por su empresa -Meliá- a Palma de Mallorca. De esta forma, el comité de la institución cameral perdería a sus dos únicas mujeres.